El complejo de Edipo y la sexualidad infantil: mitos y realidades

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Mito Edipo Rey y la sexualidad infantil: los niños siempre pueden enamorarse de sus padres

Se cree que las experiencias del niño de 3 años pueden influir en sus pulsiones y fantasear con el amor sexual hacia su madre y la destrucción de su padre.

Varón: durante los períodos oral y anal su objeto de amor es la madre

Se acreditan pulsiones sexuales genitales. Además, tiene celos del padre y de sus hermanos ante el vínculo con su madre. Desea que el padre esté "ausente unos días", pero toma consciencia de que la madre tiene variados intereses.

El padre como rival y figura admirada y temida

El padre rompe el vínculo y es tomado como rival. A su vez, la actitud con el padre cambia y este es admirado y temido a la vez (coexisten el amor y el odio). Competidor por el amor materno. La disolución asocia al duelo frente a la renuncia: imposibilidad de establecer vínculos genitales con su madre, superación al dolor y ambivalencia ante la confrontación con su padre.

Niña: el complejo de castración y la envidia al hombre

El primer objeto de amor de la niña es la madre, pero luego abandona a la madre como objeto para erotizar el vínculo con el padre. Fantasea que la madre no le dio todo lo que le corresponde tener y se instala el complejo de castración. Se centra la fantasía de la niña en respuesta a su descubrimiento de la diferencia anatómica. Vive una fantasía inconsciente como castrada, incompleta, envidiando al hombre.

Complejo de castración:

Niña: Experimenta la ausencia del pene como un prejuicio sufrido que intenta negar. La fantasía de amenaza de castración la experimenta como ya realizada. No es tan radical como el del varón.

Niño: teme a la castración como realización de una amenaza paterna en respuesta a sus fantasías y actitudes sexuales, lo que provoca una angustia intensa.

El rol del padre y la fraternidad entre hermanos

El padre se descubre su rol e incita al hijo a socializarse. El rol de delegación de responsabilidades, derechos y deberes es más lejano que el de la madre.

Fraternidad (hermanos): coexistencia de sentimientos encontrados: amor y rivalidad fraterna. Por una parte, el nuevo hermano despierta ternura, afecto y amor; representa una posibilidad de superar la "soledad", compartir juegos y ayudarse mutuamente. Pero por otro lado, despierta envidia, rivalidad y odio. Es vivido como el que acapara la atención y el amor de los padres.

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