Comprender y Abordar la Mentira en Niños: Estrategias y Causas

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Existen varias razones por las cuales un niño puede decir mentiras. Si tu hijo está en la edad preescolar (3-5 años), ten en cuenta que a estas edades se caracteriza por una gran exuberancia mental y emocional, es poco crítico y no discrimina bien entre realidad y fantasía. Además, a esta edad el niño tiene una imaginación desbordada. Lo cierto es que para que se produzca una mentira debe de haber una intencionalidad moral, que surge, para ser más exactos, hacia los siete años.

1. Cómo Prevenir las Mentiras

  • Inculcar una visión positiva de la sinceridad.
  • Debemos crear un buen ambiente en casa: acostumbrarles a no ocultar lo malo.
  • No reaccionar con amenazas y enfados ante un hecho: el miedo es el peor enemigo de la verdad.
  • Cree en tu hijo. A partir de los tres años comienza el periodo sensitivo de la sinceridad, llegando a su fin a los nueve. Este aspecto debe ocupar gran parte de su educación.
  • Cuidado con la televisión, tal vez el protagonista de su serie favorita sea un mentiroso.
  • Ante una mentira conviene no dramatizar.
  • Corrígele siempre en privado e investiga esa pequeña mentira.

2. Causas de la Mentira

  • Falta de autoestima: engañan para mantener su seguridad, para quedar bien.
  • Nos imitan: rechaza la salida fácil de un problema por medio de la mentira.
  • Llaman nuestra atención: a veces el único fin es recibir cariño.
  • Para "escurrir" el bulto: para sacar beneficio o para evitar situaciones desagradables.
  • Por orgullo: por no admitir una limitación o tropiezo.
  • Para quedar mejor.

3. Algunos Consejos

  • Si tu hijo miente, el primer paso es siempre averiguar el porqué.
  • Cuando se ha ganado la primera batalla a la mentira, la segunda se ganará con más facilidad...
  • Por último, cuando sean más mayores, explícales el valor de la verdad.
  • Dile alguna vez: "¿Te gustaría tener un amigo que mintiese?".
  • Aprende a decirle: "Hijo, confío en ti, creo en lo que me dices".
  • Te aconsejo un ambiente de sinceridad, pues allí se está bien y hay alegría.
  • Es aconsejable siempre agradecer la sinceridad y suavizar el castigo, siempre que el hijo o alumno reconozca su falta. También, hay que reconocer el mérito de su sinceridad.

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