Comprendiendo y Abordando Trastornos de Conducta en Niños: TDAH, Rabietas y Más
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TDAH: Hiperactividad y Déficit de Atención
Es un trastorno de la conducta con bases neurológicas en el que intervienen factores genéticos y ambientales. Los rasgos principales son la dificultad para mantener la concentración y la hiperactividad-impulsividad. Estos pueden aparecer por separado o combinados.
Subtipos de TDAH:
- Con predominio de déficit de atención.
- Con predominio de conducta impulsiva e hiperactividad.
- Tipo combinado, donde los dos anteriores se dan a la vez.
El más común es el combinado. El TDAH aparece en los primeros años de vida, comenzando a detectarse a partir de los 2 años.
Síntomas del TDAH:
- Bajo nivel de atención: No escuchan cuando se les habla, se distraen fácilmente, pierden objetos con facilidad.
- Actividad motora excesiva: Nunca están quietos, mueven mucho manos y pies, corren y saltan cuando no es adecuado hacerlo y no pueden reprimir la necesidad de moverse.
- Impulsividad o falta de autocontrol: Muy impacientes, no pueden guardar turno, no tienen conciencia del peligro. A veces esto va acompañado de agresividad.
No todos los niños inquietos e impulsivos son niños hiperactivos. El TDAH es un trastorno diagnosticado y muchos de los problemas de conducta que tienen pueden ser debido a familias desestructuradas, la llegada de un nuevo hermano o la sobreprotección.
Trastorno por Comportamiento Perturbador
Son trastornos del comportamiento no incapacitantes para los que la intervención puede tener éxito.
Características del Trastorno por Comportamiento Perturbador:
- Mayormente son comportamientos normales en determinado momento evolutivo que se han prolongado más de lo normal, o no se han desarrollado en el grado en que deberían desarrollarse.
- Suponen un mayor malestar para el grupo que para el propio niño que tiene el trastorno.
- Afectan negativamente en su desarrollo social porque le crean dificultad para su adaptación a las actividades habituales del grupo y a unas buenas relaciones con los demás.
- Son estables y resistentes, con independencia del contexto en que esté el niño.
Berrinches y Rabietas Infantiles
Aparecen a los 2 años porque los niños aún no comprenden las normas del adulto ni su sentido, por lo que son la manifestación del conflicto producido entre los deseos del niño y las exigencias de los adultos. Esta fase de oposición tiene su sentido en el desarrollo infantil, ya que ayudan a afianzar el "yo" que acaban de descubrir. Es una reacción emocional de intensidad desproporcionada con respecto al motivo que la desencadenó y que consiste en pataletas, gritos y llantos. Cuando perduran en el tiempo es que el niño ha comprobado que son una forma eficaz para llamar la atención, controlar a los demás y conseguir lo que desean.
Intervención ante Rabietas:
Requiere comprender la conducta del niño. Hay que reconocer sus sentimientos y respetarlos e identificar los motivos:
Motivos de las Rabietas:
- Cuando se enfrenta a sus propios límites (quiere pero no puede).
- Si se enfrenta a los límites impuestos por el adulto. Estos límites, si no son arbitrarios, debe aprender a respetarlos.
Cuando se enfrenta a sus propios límites:
Hay que intentar consolarlo, prestar ayuda y facilitar nuevos intentos.
Cuando es una llamada de atención o un intento de saltarse sus límites:
Se pueden usar técnicas como la retirada de atención y mantenerse tranquilo hasta que se le pase. Se le pueden ofrecer alternativas a la conducta no deseada o reponer el daño que haya podido hacer. Algunos límites que a nosotros nos parecen necesarios, al niño le parecen arbitrarios y no los entiende, por lo que lo mejor es usar la técnica de reducción de los estímulos que puedan favorecer la situación.