Comprendiendo la Conducta Delictiva: Aprendizaje Social y Control Social
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Teoría de la Asociación Diferencial
El autor concluye que la conducta desviada no puede atribuirse a disfunciones o inadaptación de los individuos de la *lower class*, sino al aprendizaje efectivo de valores criminales, hecho que podría suceder en cualquier cultura. El presupuesto lógico del aprendizaje viene dado por la idea de organización social diferencial que, a su vez, conecta con las concepciones del conflicto social. Dada la divergencia que existe en la organización social, resulta inevitable que uno de esos muchos grupos suscriban y respalden modelos de conductas delictivos. La denominada asociación diferencial será una consecuencia lógica del principio de aprendizaje a través de asociaciones en una sociedad plural y conflictiva. La adquisición por el individuo de un determinado comportamiento delictivo es un proceso de aprendizaje social, no político-legal.
Proposiciones de la Teoría de la Asociación Diferencial
- La conducta criminal se aprende como cualquier otra actividad y en interacción con otras personas, mediante un proceso de comunicación.
- La parte decisiva del proceso de aprendizaje tiene lugar en el seno de las relaciones más íntimas del individuo con sus familiares y allegados.
- El aprendizaje del crimen incluye el de las técnicas de comisión del delito, así como la de los correspondientes móviles, impulsos y actitudes.
- La dirección específica de motivos e impulsos se aprende de las definiciones más variadas de los preceptos legales.
- Una persona se convierte en delincuente cuando las definiciones favorables a la violación de la ley superan a las desfavorables.
- Las asociaciones y contactos diferenciales del individuo pueden ser distintos según la frecuencia, duración, prioridad e intensidad de los mismos.
- El proceso de aprendizaje del crimen implica y conlleva el de todos los mecanismos inherentes a cualquier proceso de aprendizaje.
- La conducta delictiva no puede explicarse como expresión de necesidades y valores generales.
Esta teoría no establece una correlación directa entre el número de contactos personales del individuo con modelos delictivos y el aprendizaje de estos. Lo decisivo, según el autor, es el hecho de que prevalezcan las definiciones favorables a la criminalidad; no es la cantidad, sino la calidad del modelo lo que importa. El predominio de los modelos delictivos no significa que deban ser necesariamente criminales los propagadores de tales pautas de conducta.
Teoría del Control Social
Según Hirschi, todo individuo es un infractor potencial, y solo el miedo al daño irreparable que pudiera ocasionarle el delito en sus relaciones interpersonales e institucionales le frena. Cuando el individuo carece del necesario arraigo social o de interés y sensibilidad hacia los demás, carece también del indispensable control disuasorio, encontrando expedito el camino del crimen. Cuatro factores decidirían el arraigo del individuo a la sociedad:
- Apego y consideración hacia personas.
- Identificación y compromiso con los valores convencionales.
- Participación en actividades sociales.
- Creencias.
Esta teoría, que está basada fundamentalmente para explicar la delincuencia juvenil, contó con un importante respaldo empírico. Dicha teoría asume que la conducta desviada no es un comportamiento aprendido, ni determinado por ciertas pulsiones internas o externas, sino una tendencia natural del ser humano. Juega un papel fundamental la idea del apego. El apego del individuo a las instituciones constituye el fundamento último de dicha asunción de las normas sociales.