La Concepción Aristotélica del Ser Humano: Cuerpo y Alma

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El hombre es concebido por Aristóteles de un modo hilemórfico, es decir, como un compuesto de materia y forma. El cuerpo funciona como materia prima y el alma como forma sustancial. La unión existente entre alma y cuerpo es una unión sustancial.

Si la unión accidental supone básicamente que los elementos unidos existen ya constituidos antes de la unión, la unión sustancial constituye esos elementos y ella misma los hace existir. En ella alma y cuerpo marchan juntos, se fusionan en una unidad única, forman un único ser.

Conclusiones sobre la visión aristotélica:

  1. Según Aristóteles, el alma ya no precede al cuerpo en cuanto a su existencia, como ocurría con Platón.
  2. No hay lugar para que el alma adquiera los conocimientos de un modo independiente en relación con el cuerpo. Para Platón, en la muerte, el alma se iba a otro cuerpo, por lo que tenía conocimientos previos en el otro cuerpo. En el planteamiento de Aristóteles, no hay conocimientos previos, no hay inmortalidad del alma; el alma y el cuerpo no pueden existir uno independientemente del otro.
  3. La diferencia general entre espíritu y materia queda disminuida en Aristóteles. Según él, no solo los hombres tienen alma, sino también las plantas y los animales. Influido por la propia lógica, la verdad está en la naturaleza, en lo material; ve la vida como un ciclo, su planteamiento parte de la observación de la naturaleza física. Como el alma es racional, el hombre debe vivir conforme a esta.

Aristóteles desidealiza y materializa el alma platónica. La inmortalidad, expresión máxima de la espiritualidad del alma humana, parece mantenida por el discípulo solo por respeto al maestro. Si se da para Aristóteles una inmortalidad del alma, es por la influencia platónica que le hace pensar en su alma espiritual a través del dualismo de aquel.

Para Aristóteles, el bien moral consiste en la perfecta actuación del hombre según su actividad específica. Si cada ser se comporta según las exigencias de la naturaleza y las cumple, entonces será bueno; eso es lo que constituirá la felicidad humana.

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