La Concepción Negativa del Estado en Marx

Clasificado en Filosofía y ética

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Bobbio menciona que lo que respecta a Marx el nunca se interésó por hacer una tipología. La concepción negativa del Estado en Marx resulta más evidente si se compara con la extremadamente positiva de su gran predecesor y antagonista, Hegel. Por lo que se refiere a la relación entre sociedad civil y Estado, la posición de Marx es antitética a la de Hegel: para Hegel, el Estado es lo "racional en sí y para sí", y el "Dios terrenal" es el sujeto de la historia universal; en suma es el momento final del Espíritu objetivo,  y como tal es la superación de las contradicciones que se manifiestan en la sociedad civil; para Marx, al contrario, el Estado no es otra cosa más que el reflejo de estas contradicciones, no es su superación sino su perpetuación.

El fin del Estado es la justicia (Platón), el bien común (Aristóteles), la felicidad de los súbditos (Leibniz), la libertad (Kant), la máxima expresión del ethos de un pueblo (Hegel). Habitualmente el Estado es considerado como la salida del hombre de la condición de barbarie, o del estado de naturaleza caracterizado por la guerra de todos contra todos, como el dominio de la razón sobre la pasión, de la reflexión sobre el instinto. Gran parte de la filosofía política es una exaltación del Estado; en contraste, Marx considera al Estado como un puro y simple instrumento de dominación, tiene una concepción que yo llamo técnica del Estado para oponerla a la prevaleciente concepción ética de los escritores anteriores, de los que el máximo representante ciertamente es el teórico del "Estado ético". 

Los dos elementos principales de esta concepción negativa del Estado en Marx son: a) la consideración del Estado como pura y simple superestructura que refleja la situación de las relaciones sociales determinadas por la base social, y b) la identificación del Estado con el aparato o los aparatos de los que se vale la clase dominante para mantener su dominio, razón por la cual el fin del Estado no es un fin noble, como la justicia, la libertad, el bienestar, etc., sino pura y simplemente es el interés específico de una parte de la sociedad, no el bien común, sino el bien particular de quien gobierna que, como hemos visto, siempre ha hecho considerar un Estado que sea expresión de una forma corrupta de gobierno. 


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