Conceptos Clave en Lógica, Argumentación y Falacias

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Paradojas: Tipos Fundamentales

Distinguimos varios tipos de paradojas:

  • Paradojas lógicas: Son aquellas que se refieren a argumentos formales y afectan a la noción de la lógica de clases.

  • Paradojas de Zenón: Zenón de Elea intentó demostrar las tesis de su maestro Parménides mediante unas paradojas que mostraran que el movimiento no era posible y que la información de los sentidos era engañosa.

  • Paradojas semánticas: Este tipo de paradojas se derivan del significado de los términos, cuya verdad o falsedad puede generar contradicción. Dentro de estas, distinguimos las paradojas del mentiroso y las llamadas paradojas de Jourdain o de los enunciados.

  • Paradojas de confirmación: Estas paradojas se refieren a los problemas de la inducción, ya que no podemos experimentar todos los casos reales para llegar a una afirmación universal.

El Diálogo Argumentativo y sus Reglas

La lógica informal estudia las condiciones que deben cumplir los argumentos para ser correctos. El diálogo argumentativo es un juego lingüístico en el que unos participantes intercambian mensajes respetando unas reglas.

Reglas del Diálogo Argumentativo

  • Principio cooperativo: Consiste en contribuir a la conversación tal y como lo exige el objetivo correspondiente. Este objetivo será distinto en un tribunal, en una comida familiar, etc.

  • Regla de la cantidad: Consiste en proporcionar la información necesaria, pero no más de la requerida.

  • Regla de la cualidad: Consiste en no defender lo que se cree falso y no mantener una opinión de la que no se tengan pruebas suficientes.

  • Regla de la relevancia: Consiste en centrar las intervenciones en el asunto del diálogo y no cambiar de tema sin permiso.

  • Regla del modo: Consiste en explicar con claridad, brevedad y ordenadamente.

Herramientas en el Diálogo Argumentativo

  • Términos aseguradores: Se utilizan cuando se quiere presentar una creencia como segura y así evitar que el interlocutor pida razones para apoyarla. Es correcto utilizar estos términos para ahorrar tiempo, pero estarían mal usados si se emplean para cerrar el diálogo antes de lo debido.

  • Términos protectores: Se utilizan para proteger nuestras afirmaciones de las críticas ajenas. Son términos como 'probablemente', 'quizá sea cierto', 'algunos X son...'. Estos términos se usan correctamente cuando queremos exponer nuestras opiniones con un tono de menor seguridad, pero también pueden emplearse de manera maliciosa para sugerir algo de lo que no se tienen pruebas.

  • Términos sesgados: Algunas palabras están cargadas de connotaciones positivas o negativas. Nuestros prejuicios de carácter racista, político, religioso o sexista se manifiestan en las expresiones que usamos; por ello, debemos ser cautos al utilizar estos términos para evitar que se reste objetividad a nuestra argumentación.

  • Definiciones persuasivas: Son definiciones que se elaboran para conferir a un término cierto prestigio o desprestigio. Si queremos justificarlo, lo asociamos con algo que los participantes en el diálogo consideren positivo; y si queremos criticarlo, lo relacionamos con algo negativo.

Falacias Comunes en la Argumentación

  • Falacia del accidente o generalización apresurada: Consiste en extraer una regla general de un caso particular. Se relaciona con el dicho "no se puede generalizar".

  • Falacia de petición de principio o argumento circular: Consiste en hacer una declaración y defenderla presentando razones que significan lo mismo que la afirmación inicial.

  • La anfibología: Consiste en emplear palabras que, aunque suenan igual, tienen significados distintos, generando ambigüedad en la argumentación y la conclusión.

  • Falacia por composición: Consiste en afirmar de la totalidad lo que se afirma de cada una de sus partes.

  • Falacia por división: Consiste en afirmar de una de las partes lo que se afirma de la totalidad.

  • Preguntas complejas: Son preguntas que conllevan presuposiciones. En ocasiones pueden ser adecuadas, pero a menudo se formulan para tender una trampa al interlocutor y conseguir que admita afirmaciones que luego puedan usarse en su contra.

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