Conceptos Clave de Nietzsche y Marx: Filosofía, Moral y Sociedad
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Introducción a la Filosofía de Friedrich Nietzsche
El autor del texto es Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán del siglo XIX, perteneciente a los llamados “filósofos de la sospecha”, junto con Karl Marx y Sigmund Freud. Nietzsche critica los valores tradicionales de la cultura occidental (religión, razón, moral) utilizando el método genealógico, y propone una nueva forma de comprender la vida desde la afirmación, la creación de valores y el rechazo del nihilismo pasivo. Su filosofía es vitalista, crítica y provocadora.
El Pensamiento de Friedrich Nietzsche: Crítica y Revaloración
La Crítica al Conocimiento y la Verdad: El Perspectivismo
Este apartado aborda el problema del conocimiento y la verdad, que Nietzsche examina desde una perspectiva radicalmente crítica. Frente a la tradición filosófica que busca verdades objetivas, eternas e inmutables —desde Platón hasta la ciencia moderna—, Nietzsche sostiene que no existen hechos, sino interpretaciones. Lo que llamamos "verdad" es solo una construcción humana, fruto de una necesidad psicológica o social, no algo que exista de forma absoluta.
Esta visión se conoce como perspectivismo: toda verdad depende del punto de vista del sujeto que la afirma. No hay una sola forma de ver el mundo, sino múltiples perspectivas, ninguna de las cuales puede pretender ser la única verdadera. Nietzsche considera que el error es parte de la vida, y que incluso nuestras categorías más básicas del pensamiento —como la identidad, la causa, la sustancia— son errores útiles que nos han permitido sobrevivir, no verdades objetivas.
Además, critica el lenguaje conceptual: los conceptos simplifican y fijan una realidad que es esencialmente fluida, cambiante, contradictoria. Reducen la riqueza de la vida a términos rígidos. Esta crítica está en relación directa con su rechazo a la metafísica tradicional, que inventa un mundo eterno e inmutable (el “mundo verdadero”) para escapar del devenir, del caos y de la muerte. Nietzsche defiende que solo existe este mundo sensible, y que buscar otra realidad es negar la vida.
También arremete contra el ideal ilustrado de la ciencia como única forma válida de conocimiento. La ciencia moderna, aunque diga haber superado a la religión, sigue creyendo en una verdad absoluta, heredera del dogma cristiano. Para Nietzsche, la “voluntad de verdad” de la ciencia puede ocultar una “voluntad de muerte”: un intento de imponer orden, controlar la realidad y negar lo instintivo y lo vital. Por eso, denuncia la “tiranía de la verdad” y propone como alternativa una actitud artística e intuitiva, más fiel a la vida real.
En definitiva, Nietzsche no rechaza todo conocimiento, sino aquel que pretende ser absoluto, universal, definitivo. El conocimiento debe ser crítico, consciente de sus límites, creativo y al servicio de la vida, no de su negación. Lo que necesitamos no es una verdad que consuele, sino una forma de pensar que afirme el caos y la pluralidad de lo real.
La Moral y el Origen de los Valores
Este apartado aborda el problema de la moral y el origen de los valores, uno de los núcleos fundamentales del pensamiento de Nietzsche. Según él, la cultura occidental ha estado dominada por una moral que reprime la vida, los instintos y la creatividad, imponiendo normas universales basadas en la obediencia, la culpa y la negación de uno mismo. Esta moral no surge de la razón ni de la verdad, sino del resentimiento.
Nietzsche distingue entre dos tipos de moral:
- La moral de señores: propia de los fuertes y afirmadores de la vida. Es activa, crea valores, valora la fuerza, la vitalidad y la alegría.
- La moral de esclavos: surgida del odio y el resentimiento de los débiles. Es reactiva, niega a los otros, exalta la humildad, la obediencia y el sufrimiento.
Según Nietzsche, esta moral de esclavos se impuso históricamente con el cristianismo y fue heredada por la filosofía occidental desde Sócrates y Platón. A través del método genealógico, el filósofo demuestra que los valores morales no son eternos ni divinos, sino construcciones históricas que han servido para mantener el orden social y justificar la debilidad. Incluso movimientos como el socialismo o la democracia nacen, según él, de la misma raíz nihilista: el deseo de igualar, de frenar a los más fuertes.
Además, Nietzsche denuncia que la cultura occidental ha sustituido la religiosidad por nuevos ídolos: la razón, la ciencia, el progreso, todos ellos intentos de seguir negando la vida con otros nombres. Esta moral, aunque no se declare religiosa, sigue siendo decadente, porque niega el cuerpo, la sensualidad, la espontaneidad y glorifica la disciplina, la culpa y la renuncia.
Por eso, Nietzsche propone una transvaloración de los valores: destruir los valores heredados y crear unos nuevos, que afirmen la vida, el cuerpo, la fuerza, la belleza y el arte. Esta tarea solo podrá realizarla el Superhombre, que será libre de las cadenas morales y capaz de crear desde sí mismo, no desde el miedo ni la sumisión.
En resumen, el problema de la moral es, para Nietzsche, una cuestión de salud y vitalidad. La cultura occidental está enferma y necesita una filosofía que cure, no con normas, sino con fuerza, creación y libertad.
Nihilismo y la Muerte de Dios
Este apartado trata el problema del nihilismo y la Muerte de Dios, uno de los ejes centrales de la filosofía de Nietzsche. La afirmación “Dios ha muerto” no debe entenderse de forma literal, sino simbólica: Nietzsche expresa que los valores tradicionales —especialmente los religiosos y morales heredados del cristianismo— han dejado de tener sentido y ya no orientan la vida del ser humano moderno. La cultura occidental ha expulsado a Dios, pero aún vive bajo su sombra: sigue creyendo en la verdad, el bien, el orden o el sentido, aunque ya no los fundamente en lo divino. Esta contradicción es lo que genera el nihilismo.
El nihilismo consiste en la pérdida de sentido, la conciencia de que no hay un valor supremo que dé unidad y finalidad a la vida. El hombre moderno ya no cree en un mundo trascendente, pero no ha sido capaz aún de crear un sentido propio para su existencia. Nietzsche distingue dos formas de nihilismo:
- Nihilismo negativo: pasivo y depresivo, produce resignación, vacío y decadencia.
- Nihilismo activo: consciente, destructivo y creativo, capaz de derribar los antiguos valores y abrir el camino a otros nuevos que afirmen la vida.
Aquí aparece la figura del Superhombre (Übermensch). El Superhombre es el individuo capaz de superar el nihilismo, aceptar la Muerte de Dios y crear sus propios valores. No necesita una verdad absoluta ni una moral impuesta desde fuera: él mismo se convierte en el sentido de la tierra. Es fuerte, libre, creador, afirmador de la vida, y no se rige por el resentimiento ni por la culpa. Representa la nueva humanidad capaz de vivir sin mentiras trascendentes.
El camino hacia el Superhombre se representa mediante la triple metamorfosis del espíritu, narrada en Así habló Zaratustra:
- Camello: el espíritu que todavía soporta los valores tradicionales, sumiso y cargado.
- León: el que se rebela y destruye los antiguos valores, diciendo “no”.
- Niño: símbolo del Superhombre, creador de valores nuevos, que juega y afirma la vida.
Frente a una cultura que ha perdido sus fundamentos, Nietzsche propone que el ser humano se convierta en lo que es: una posibilidad libre de superación y creación. La Muerte de Dios no es solo una crisis, sino una puerta abierta a una vida más auténtica, más fuerte y más vital.
El Pensamiento de Karl Marx: Crítica Social y Transformación
Conceptos Fundamentales del Marxismo
1. El Ser Humano y la Praxis
Marx entiende al ser humano como un ser material, social e histórico, cuya esencia es la praxis: la capacidad de transformar la naturaleza mediante el trabajo. No existe una “naturaleza humana” fija (como decían Platón o los idealistas), sino que el ser humano se construye en relación con su entorno material y social. A través del trabajo, crea su mundo, su cultura y sus relaciones sociales.
2. Alienación
En el capitalismo, el trabajador está alienado, es decir, separado de su esencia humana y de su libertad. Esto ocurre porque no controla los medios de producción ni el producto de su trabajo. Marx distingue varios tipos de alienación:
- Económica: no tiene propiedad ni control sobre lo que produce.
- Del trabajo y del producto: trabaja por obligación, y lo que produce no es suyo.
- Política: no participa de forma real en las decisiones sociales.
- Religiosa: busca consuelo en un mundo imaginario ante su miseria real.
La superación de la alienación requiere transformar las condiciones materiales, es decir, hacer una revolución.
3. Crítica al Liberalismo
El liberalismo defiende la libertad formal e igualdad jurídica, pero Marx lo considera una falsa libertad. Aunque todos son iguales “ante la ley”, en realidad las personas viven en condiciones materiales muy desiguales. El trabajador no es verdaderamente libre si necesita vender su trabajo para sobrevivir. Para Marx, la libertad real solo es posible cuando se eliminan las relaciones de explotación.
4. Materialismo Histórico
El materialismo histórico es el método marxista para entender la historia. Marx afirma que las condiciones materiales (económicas y sociales) determinan la conciencia, no al revés. Toda sociedad se compone de:
- Estructura: base económica (modo de producción, relaciones de clase).
- Superestructura: ideas, cultura, religión, leyes, política.
Cuando hay contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales (por ejemplo, el avance tecnológico choca con el poder de la clase dominante), surge la lucha de clases, que impulsa el cambio histórico.
5. Ideología
La ideología es el conjunto de ideas, creencias y valores que justifican el orden social existente, reflejando los intereses de la clase dominante. En el capitalismo, la ideología difunde la idea de que el sistema actual es “natural” y “justo”, ocultando así la explotación real. Marx denuncia que esta ideología distorsiona la realidad y mantiene al proletariado en una situación de sumisión.
6. Modo de Producción y Lucha de Clases
Un modo de producción es la forma en que se organizan la economía y las relaciones sociales. Se compone de:
- Medios de producción (tierra, fábricas, máquinas…).
- Relaciones de producción (quién posee y quién trabaja).
La historia es la historia de la lucha de clases: esclavos contra amos, siervos contra señores, obreros contra burgueses. Cada etapa histórica está marcada por un modo de producción:
- Esclavismo
- Feudalismo
- Capitalismo
- Socialismo
- Comunismo
En el capitalismo, la burguesía explota al proletariado mediante la plusvalía (el valor que produce el trabajador pero no se le paga). La revolución socialista busca acabar con esta explotación y alcanzar una sociedad sin clases.