Conceptos Filosóficos Esenciales: Nietzsche, San Agustín y Platón
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Friedrich Nietzsche (1844-1900): La Antropología del Superhombre
La antropología de Nietzsche postula una visión pesimista del ser humano, cuya única arma de defensa es la inteligencia. El ser humano es un ser débil; por ello, Nietzsche lo concibe como un mero puente hacia el superhombre.
El ser humano débil sigue los dictados de la moral tradicional, la cual es antinatural al negar los instintos vitales. El fundamento de esta moral ha sido Dios, quien representa la gran objeción contra la vida. Esto culmina con la muerte de Dios.
Con ello, surge el nihilismo, que presenta dos sentidos:
- Uno negativo, donde el derrumbe de los valores tradicionales conduce a la pasividad.
- Otro positivo, donde la muerte de Dios abre la oportunidad para la transmutación de los valores y el advenimiento del superhombre.
Esta transmutación de los valores será obra del superhombre, producto de una evolución desde el ser humano débil, racional y dominado por la Voluntad de Verdad, hacia un ser humano fuerte, instintivo, guiado por la Voluntad de Poder. Esta evolución atraviesa tres estadios:
- El camello, que asume su deber racional.
- El león, que se rebela frente a todo, pero es incapaz de crear nuevos valores.
- El niño, que hace de la vida un juego.
Este último es el superhombre, poseedor de la Voluntad de Poder y que abraza la vida como un eterno retorno.
San Agustín de Hipona (354-430): Creación, Mal y Existencia Divina
San Agustín de Hipona defiende el Creacionismo: el mundo y el tiempo han sido creados por Dios desde la nada. Esta creación se explica a partir de la Teoría del Ejemplarismo. Todo ser creado se constituye, pues, de materia y forma.
Esta creación no es abandonada por Dios una vez realizada, sino que Él la cuida y gobierna, habiendo concebido un plan que se expresa en la ley eterna. Por ello, a San Agustín le surge el problema del mal. Su solución es considerar que el mal no es una entidad en sí, sino una carencia de ser o perfección en lo creado por Dios. Además, explicará el mal moral humano como fruto de un bien mayor: la libertad.
Para San Agustín, la existencia de Dios es evidente, aunque se propone hacer una demostración de la misma. Admitirá varios argumentos, como la propia grandeza de la creación o el argumento del consenso. Pero el argumento preferido por San Agustín es el derivado del carácter eterno e inmutable de ciertas ideas que residen en nuestra alma.
Platón (427-347 a. C.): El Conocimiento y el Mundo de las Ideas
Platón distinguirá, tal y como señala en el Mito de la Caverna, dos modos de conocimiento:
- La doxa (opinión), el falso conocimiento que proviene de la percepción sensible de los seres concretos o aparentes.
- La episteme (ciencia), el verdadero conocimiento de las Ideas trascendentes e inteligibles.
El ser humano puede llegar al conocimiento de la episteme porque su alma racional preexistió en el Mundo de las Ideas. El alma cayó al mundo terrenal, según el Mito del Carro Alado, y fue atrapada por la materia corporal, olvidando todas las Ideas que ya conocía. Por ello, según la Teoría de la Reminiscencia platónica, conocer es recordar las Ideas que nuestra alma ya poseía, pero ha olvidado.
El filósofo utiliza para ayudar a otros a recordar el método de la mayéutica. De esta forma surge el proceso dialéctico que sigue nuestra alma racional para alcanzar el conocimiento de la Idea de Bien, momento en que el conocimiento de las Ideas se vuelve perfecto. La dialéctica supone el rechazo de la doxa para, mediante un ascenso gradual, llegar al conocimiento de la Idea de Bien y así lograr la comprensión perfecta de las Ideas, de su racionalidad y perfección.