Conceptos Filosóficos de San Agustín, Averroes y Avicena
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Pensamiento Filosófico de San Agustín
Verdad y Conocimiento Interior
Credo ut intelligam et intelligo ut credam. Creo para entender y entiendo para creer.
San Agustín desarrolla el camino de la interioridad: la intimidad del alma, como un espejo, refleja a Dios.
Teoría de la Iluminación: Dios da luz a la inteligencia para descubrir o captar las verdades eternas. Entre las verdades eternas y el alma hay una connaturalidad.
Dios y la Creación
Argumentos sobre la Existencia de Dios
- Orden y belleza del mundo. Por eso existe Dios. Un principio ordenador.
- Por las ideas y verdades eternas que encontramos en nuestra mente llegamos a la conclusión de que existe un creador.
Sin embargo, la esencia de Dios no se puede conocer por dos motivos:
- Límites del conocimiento.
- Por lo ilimitado del ser de Dios.
La Creación ex nihilo
Para San Agustín, la creación, como las criaturas, surgen de la nada, debido a la ausencia de toda cosa. No es una materia preexistente.
El Ser Humano
Composición del Ser Humano
Compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo pertenece a la esencia del ser humano, es decir, no se puede ser ser humano sin tener cuerpo. El alma es el principio espiritual, simple e indivisible, por la cual entramos en nosotros mismos, nos conocemos a nosotros mismos. El ser humano tiene un interior en el que puede volver sobre sí para llegar a Dios.
Facultades del Alma
El ser humano tiene tres facultades: memoria, inteligencia, voluntad.
Creacionismo vs. Generacionismo
Diferencia entre creacionismo y generacionismo: cómo llegamos del alma al cuerpo.
- Creacionismo: El alma es creada en el momento que se crea el cuerpo.
- Generacionismo: El alma se traspasa de los padres a los hijos y, por lo tanto, no hay propiamente una creación.
La Síntesis Agustiniana: Creacionismo-Generacionista
San Agustín une estas dos ideas creando el creacionismo-generacionista: el alma se crea en el momento de la concepción y el pecado se va pasando de generación en generación, es decir, heredamos el pecado de nuestros padres.
Ideas Filosóficas de Averroes
Razón y Fe
Para este pensador, la razón es superior a la fe y a la teología; en caso de conflicto, es la razón la que debe señalar el criterio de verdad. Si un texto literal del Corán contradice una verdad racionalmente demostrada, debe ser interpretado alegóricamente.
Dios y la Eternidad de la Creación
Sostuvo que Dios ha creado el mundo, pero la Creación es eterna. Dios no puede decidir crear y esperar a crear en el tiempo, pues tal espera no tendría sentido, a no ser que estuviera determinada por una causa extrínseca a Él, lo cual iría en contra del ser de Dios, que no es causado y es omnipotente.
Esencia y Existencia
En oposición a la división aviceniana entre Ser necesario y ser posible, Averroes sostuvo que la distinción entre esencia y existencia no sería real, sino puramente lógica o mental.
El Ser Humano y la Inmortalidad
En cuanto al ser humano, afirmó, con Aristóteles, que la unión de cuerpo y alma es sustancial. El intelecto humano sobrevive a la muerte del cuerpo, pero no subsiste individualmente. Afirmó, por tanto, que hay inmortalidad, pero no inmortalidad personal.
Aportes de Avicena a la Metafísica
El Ente y la Metafísica
Avicena afirmó: «La ciencia que se ocupa solo y en sentido absoluto del ente en cuanto ente es la metafísica».
El ser o ente es lo primero que el intelecto conoce, percibiéndolo necesariamente a través de los sentidos.
Distinción entre Ser Necesario y Ser Contingente
Avicena distinguió entre Ser necesario y ser contingente o posible.
- Ser necesario es aquel que no es causado y cuya esencia no puede no existir.
- El ser contingente es aquel que es causado y cuya esencia implica que es posible que exista o que no exista.
Esencia y Existencia en Seres Creados
La esencia del Ser necesario se identifica con su existencia, pues solo depende de sí mismo y no de una causa exterior; su existencia no es una posibilidad, sino una necesidad. Sin embargo, en las criaturas, la esencia y la existencia se distinguen realmente, debido a que su existencia es contingente. La esencia de estos seres no exige existir, por lo que hay que afirmar que existen por otro. Posteriormente, Tomás de Aquino adoptó esta doctrina.