Conceptos Fundamentales de la Filosofía Clásica: Acto, Potencia, Alma y las Vías hacia lo Divino

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Este documento explora pilares esenciales de la filosofía clásica, abordando la distinción metafísica entre acto y potencia, la concepción aristotélica del alma y las célebres cinco vías de Santo Tomás de Aquino para la demostración de la existencia de Dios.

1. Acto y Potencia: La Dinámica del Ser

La distinción entre acto y potencia es fundamental en la metafísica aristotélica para comprender el cambio y el movimiento. Permite explicar cómo algo que es (acto) puede llegar a ser algo diferente (potencia).

1.1. Acto: Lo que Ya Es

El acto se refiere a lo que ya es, la realidad presente y la acción que se está ejerciendo en un momento dado. Como ya es una realidad consumada, en ese instante no puede ser cambiado en su ser actual. Por ejemplo, si alguien está jugando fútbol, el acto es precisamente esa acción de jugar en el presente.

1.2. Potencia: Lo que Puede Llegar a Ser

La potencia, por otro lado, es lo que puede llegar a ser; es la capacidad o la posibilidad de ser. Es aquello que impulsa al acto, la aptitud para adquirir una nueva forma o estado. En el ejemplo anterior, la potencia sería la capacidad que tiene una persona para llegar a jugar fútbol, es decir, su habilidad latente o su potencial para realizar esa acción.

1.3. Diferencia entre Acto y Potencia Activa

La diferencia clave entre acto y potencia activa radica en que el acto es la acción en su realización presente, mientras que la potencia activa es la capacidad inherente de un ser para ejecutar esa acción. La potencia activa es la facultad de moverse o de actuar por sí mismo. Por ejemplo, la capacidad que tengo de moverme es mi potencia activa.

En contraste, la potencia pasiva es la capacidad de ser movido o afectado por otro. Por ejemplo, la capacidad de una pelota de ser pateada es su potencia pasiva. De esto se concluye que tanto el acto como la potencia activa son plenamente inherentes al sujeto que los posee, mientras que la potencia pasiva implica una relación con un agente externo.

2. El Alma según Aristóteles: Principio Vital y Sustancia Formal

Aristóteles describe el alma (psyché) como el principio vital de todas las cosas vivas, aquello que le permite a un cuerpo moverse, sentir, crecer y reposar. Más allá de ser un mero motor, el alma es la sustancia formal de un cuerpo, conocida cotidianamente como su función o su esencia. Aristóteles ilustra esto con el ejemplo del ojo: si el ojo estuviese vivo, entonces la vista sería su alma, porque la vista es su sustancia formal, es decir, su función esencial.

2.1. Los Grados del Alma Aristotélica

Aristóteles describe tres grados del alma, que no son partes separadas, sino niveles de complejidad y funciones que se superponen, siendo el alma la forma del cuerpo (la materia). Estos grados son:

  • Alma Vegetativa (Nutritiva): Presente en plantas, animales y humanos. Es responsable de las funciones básicas de nutrición, crecimiento y reproducción.
  • Alma Sensitiva (Animal): Presente en animales y humanos. Incluye las funciones del alma vegetativa, además de la sensación, el deseo y la locomoción.
  • Alma Racional (Humana): Exclusiva del ser humano. Incluye las funciones de las almas vegetativa y sensitiva, y añade la capacidad de pensar, razonar y deliberar. Esta alma racional es la esencia del hombre, siendo su forma (sustancia) mientras que el cuerpo es la materia.

Es importante señalar que, para Aristóteles, el alma y el cuerpo no son dos entidades separadas que se unen (como en un dualismo radical), sino que el alma es la forma del cuerpo, y el cuerpo es la materia del alma; son inseparables en el ser vivo.

3. La Inteligencia Divina y las Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino

La inteligencia divina se postula como tal a través de las célebres Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino. Estas vías, más que explicar la existencia de Dios de forma dogmática, ofrecen argumentos racionales para comprender por qué la inteligencia divina es necesaria y cómo se manifiesta en el orden del universo.

3.1. Las Cinco Vías hacia la Existencia de Dios

  1. La Prueba del Movimiento (Ex Motu)

    Todo lo que se mueve es movido por algo. Dado que no se puede proceder al infinito en la cadena de motores, debe existir un Primer Motor Inmóvil, y este es Dios.

  2. El Argumento de la Causa Eficiente (Ex Causa)

    En el mundo sensible, todo tiene una causa eficiente. No es posible que algo sea causa de sí mismo, ni que la cadena de causas eficientes se extienda al infinito. Por lo tanto, debe haber una Primera Causa Eficiente no causada, y esta es Dios. Si no existiera una causa primera, no existiría ninguna causa intermedia ni una causa última.

  3. La Prueba de la Contingencia (Ex Contingentia)

    Las cosas en el mundo son contingentes, es decir, tienen la posibilidad de existir o de no existir. Si todo fuera contingente, en algún momento nada existiría. Pero las cosas existen. Por lo tanto, debe existir un Ser Necesario, cuya existencia no dependa de nada más, y este es Dios.

  4. Los Grados del Ser (Ex Gradu)

    En la realidad, encontramos diversos grados de perfección (bondad, verdad, nobleza, etc.). Estos grados implican la existencia de un máximo en cada género, un ser óptimo que es la causa de toda perfección. Este ser sumamente perfecto es Dios.

  5. La Finalidad o Gobierno del Mundo (Ex Fine)

    Observamos que las cosas naturales, incluso aquellas que carecen de conocimiento, actúan con un fin determinado. Esto no puede ser producto del azar, sino que debe ser dirigido por una inteligencia. Quien determina este fin en las causas naturales es Dios.

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