Conceptos Fundamentales de la Filosofía Kantiana: Revolución Epistemológica y Ética

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Giro Copernicano en la Filosofía de Kant

La expresión giro copernicano alude a la revolución epistemológica iniciada por Kant, análoga a la efectuada por Copérnico en astronomía. Según Kant, el sujeto, y no el objeto, es el que determina las condiciones del conocimiento. Conocer es el resultado de combinar lo dado por los sentidos con las estructuras cognitivas que aporta el sujeto.

Solo conocemos fenómenos, es decir, objetos afectados por esas estructuras mentales. No podemos conocer la realidad en sí misma, lo nouménico. Existen condiciones que posibilitan el conocimiento, tanto en la facultad de la sensibilidad (espacio-tiempo) como en la facultad del entendimiento (categorías).

En definitiva, lo que el sujeto conoce son sus propias ideas acerca de las cosas, no las cosas en sí mismas, que son incognoscibles (fenomenismo).

La Libertad Jurídica y el Estado Republicano

Libertad jurídica: El ser humano renuncia a su libertad natural para constituir el Estado y adquirir así la libertad jurídica, uno de los fundamentos del Estado republicano. Según Kant, consiste en la facultad de no obedecer ninguna ley exterior a la que no hayamos otorgado nuestro consentimiento.

La libertad queda garantizada por el derecho: la obediencia a la ley requiere previamente del consentimiento de la ciudadanía. El gobernante debe promulgar las leyes "como si" estas fuesen fruto de la voluntad unida del pueblo. Sin embargo, la libertad jurídica no justifica la desobediencia civil, ya que una vez que la ley está en vigor, estamos obligados a cumplirla.

El Contrato Social: De Hobbes a Rawls

Contrato social: Expresión que se refiere al acuerdo mediante el cual, hipotéticamente, los individuos deciden salir del estado de naturaleza e instaurar el Estado con el fin de alcanzar la paz y la seguridad. Las teorías contractualistas con las que dialoga Kant son las de Hobbes, Locke y Rousseau.

Kant, al igual que Hobbes, piensa que el ser humano en estado de naturaleza vive en una situación de inseguridad permanente, movido por el deber moral de buscar la paz. Sale de ese estado de naturaleza y renuncia a su libertad natural a favor de un Estado civil, que se rige por leyes comunes y públicas a las que debemos obedecer porque cuentan con nuestro consentimiento. En el siglo XX, teorías neocontractualistas como la de John Rawls seguirán vigentes.

El Imperativo Kantiano: Hipotético y Categórico

Imperativo: Es un mandato conforme a una regla o norma que describe cómo debemos actuar. Tiene un carácter constrictivo. Ejemplos: "Debes detenerte ante un semáforo en rojo", "No debes mentir".

Kant distingue entre:

  • Mandatos: Principios prácticos o leyes prácticas, que son "objetivos", puesto que aspiran a servir para todo sujeto racional.
  • Máximas: Principios prácticos subjetivos.

Los imperativos pueden ser:

  • Hipotéticos: Mandan algo de forma condicionada, como medio para conseguir un fin determinado.
  • Categóricos: Mandan algo como bueno absolutamente, con independencia del provecho o perjuicio que implique. Prescriben la acción moral como fin en sí mismo, conforme a la formulación siguiente: "Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal".

Según Kant, solo el imperativo categórico es propiamente moral.

La Ilusión Trascendental y los Límites de la Razón

Ilusión trascendental: Es el error en el que cae la razón cuando intenta conocer objetos que están más allá del límite de la experiencia; es decir, cuando intentamos aplicarles las categorías, incurriendo en antinomias, paralogismos o sofismas.

Por lo tanto, la metafísica no puede convertirse en ciencia, pues sus objetos de estudio carecen de datos sensibles que provean de contenido a las categorías del entendimiento. Sin embargo, según Kant, debido al afán de buscar leyes cada vez más generales, tenemos una tendencia natural e inevitable a preguntarnos por esos "incondicionados" o "noúmenos" (el alma, el mundo y Dios). Estas ideas se emplean legítimamente cuando se hace un uso regulativo de ellas, esto es, cuando son tomadas como un objeto ideal para perfeccionar nuestro conocimiento.

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