Conceptos Fundamentales: Libertad, Igualdad, Justicia y Corrientes Políticas

Clasificado en Filosofía y ética

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Problemas Relacionados con la Libertad

La libertad es un valor fundamental y la posibilidad de disponer de la propia vida y actuar como uno crea conveniente, persiguiendo sus propios fines (siempre que sean legítimos). Implica necesariamente el respeto a la libertad ajena.

La libertad puede plantearse en dos sentidos principales:

  • Metafísico: La capacidad intrínseca de poder obrar libremente, el libre albedrío.
  • Ético-Político: La posibilidad de vivir sin ser dominado por otro poder o individuo.

Por eso, la Ilustración estudió la libertad especialmente como:

  • Autonomía: El poder de cada individuo para elegir su forma de vida y sus propios valores.
  • Participación: La capacidad de poder influir en el poder político y en las decisiones colectivas.

Cuestiones sobre la Libertad

  • ¿Hasta qué límite tiene derecho el poder (Estado, sociedad) a intervenir en la vida del individuo para mejorar la convivencia?
  • ¿Son igualmente libres y capaces de influir en el poder todos los individuos de la sociedad?
  • ¿Deben los problemas morales ser una responsabilidad puramente individual o también colectiva?
  • ¿Deben dirigir la vida política los partidos o directamente los ciudadanos?
  • El ciudadano moderno: ¿Es principalmente responsable o un mero consumista?

Problemas Relacionados con la Igualdad

El principio de igualdad sostiene que todos los seres humanos son iguales como personas en dignidad y derechos. No existe justificación moral para los privilegios basados en características irrelevantes.

Sin embargo, cada persona posee diferentes características, talentos y circunstancias, y tiene derecho a ser como es. Es crucial no confundir:

  • Igualdad: Reconocimiento de los mismos derechos y dignidad fundamentales para todos.
  • Igualitarismo: Pretensión de que todos seamos idénticos en todos los aspectos (pensamientos, capacidades, resultados, etc.).

También debemos distinguir entre:

  • Igualdad ante la ley (formal): La ley no establece discriminaciones ni privilegios arbitrarios.
  • Igualdad efectiva (material o real): Que en la práctica social y económica, todas las personas sean tratadas con igual consideración y tengan oportunidades similares.

A lo largo de la historia, ha existido mucha discriminación por diversos motivos: posición social, creencias religiosas, origen étnico, género, etc. Hoy en día, muchos de los prejuicios que sustentaban esta discriminación se han debilitado, aunque aún es necesario un esfuerzo constante por construir una sociedad más justa con igualdad real entre las personas.

¿Cómo alcanzar una mayor igualdad?

  • Perspectiva Liberal: Se enfoca en corregir las desigualdades más evidentes, garantizando la igualdad de oportunidades y fomentando la competencia justa.
  • Perspectiva Socialdemócrata: Propone una intervención más directa del Estado en las causas estructurales de la desigualdad para reducir las brechas sociales y económicas.

La Justicia

El término justicia deriva del latín iustitia. Es considerado un valor supremo (a menudo visto como síntesis de otros valores como la libertad y la igualdad) y una virtud individual y social.

La definición clásica, atribuida a Ulpiano, es "la constante y perpetua voluntad de dar a cada cual lo suyo" (su derecho).

En el mundo contemporáneo, muchas injusticias están relacionadas con el incumplimiento de los Derechos Humanos (DD. HH.). Impartir justicia implica corregir estas situaciones, lo cual requiere:

  • Conocimiento exhaustivo de la situación y de las normas aplicables.
  • Imparcialidad para juzgarla sin sesgos ni prejuicios.
  • Poder efectivo para actuar y corregir la injusticia.

Principales obstáculos o errores en la impartición de justicia:

  • Impunidad: La falta de castigo para quienes cometen actos injustos o ilegales.
  • Desigualdad de trato: Aplicar la ley o los criterios de justicia de forma diferente según la persona.
  • Privilegios: Conceder ventajas o exenciones injustificadas a ciertos individuos o grupos.

¿Quién debe administrar justicia?

  • El pueblo: A través de la opinión pública informada y mecanismos como los jurados populares.
  • Expertos: Jueces y juristas profesionales con formación específica.

Perspectiva Liberal

Para el liberalismo, la libertad individual es el valor más importante. El individuo es libre y tiene derecho a hacer lo que quiera con su vida, siempre dentro de los límites del respeto a los derechos y libertades de los demás.

El individuo se considera más importante que los grupos o colectivos. Históricamente, el liberalismo surgió oponiéndose al Antiguo Régimen, sus privilegios y su despotismo.

El pensamiento liberal trata de proteger al individuo ante la intromisión de los grupos y del poder del Estado. Consideran inalienables los derechos individuales (voto, libertad de expresión, de reunión, etc.) y consideran esenciales tres de ellos: "vida, libertad y propiedad privada". Sostienen que en ningún caso el Estado puede vulnerar estos derechos fundamentales.

Los liberales son especialmente sensibles a problemas morales relacionados con la falta de libertad, como la censura o la opresión.

El Liberalismo sobre la Igualdad y la Justicia:

  • Igualdad: Defienden la igualdad de derechos (igualdad ante la ley) y la igualdad de oportunidades. Enfatizan la autonomía individual.
  • Justicia: Valoran el mérito individual, proponen el diálogo para solucionar los conflictos y defienden la tolerancia hacia diferentes formas de vida y pensamiento.

Perspectiva Tradicionalista

Los tradicionalistas (con raíces en pensadores como Platón o Hobbes en ciertos aspectos) creen ante todo en la importancia de la tradición, las instituciones establecidas y los valores heredados. Consideran que estos valores suelen encarnarse en la patria y la religión.

Desde esta perspectiva, muchos problemas morales contemporáneos han surgido por un exceso de libertad individual (que puede degenerar en libertinaje), lo cual produce una pérdida de fe en los valores tradicionales y una desorientación social (anomia).

Se oponen a menudo al cambio social acelerado y al nuevo orden surgido de revoluciones como la Francesa. Consideran que el individuo debe supeditarse al grupo o la comunidad para mantener el orden social.

Sin embargo, pueden reconocer el valor único de la persona (personalismo). Son particularmente sensibles a problemas bioéticos (aborto, eutanasia) donde perciben una amenaza a valores tradicionales.

Critican el igualitarismo radical, sosteniendo a menudo que existen élites naturales o preparadas que deben mandar y masas que deben obedecer. Respecto a la justicia, confían más en la religión, la caridad y los vínculos afectivos (familia, comunidad local) para resolver los problemas sociales que en la intervención estatal abstracta.

Las ideas tradicionalistas a menudo se asemejan al comunitarismo, que ve la sociedad como una comunidad natural unida por elementos compartidos (patria, lengua, cultura, ética común).

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