Conceptos Fundamentales de Metafísica: Dios, Tiempo y Libre Albedrío

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Metafísica: Explorando la Existencia y la Realidad

Teísmo: La Creencia en Dios

El Teísmo es la creencia en la existencia de un Dios creador y todopoderoso que interviene en el mundo y que puede mantener una relación personal con nosotros.

Argumentos a priori

Parten del concepto de Dios para probar que no es solo una idea en nuestra mente, sino que tiene existencia real. Anselmo de Canterbury define a Dios como un ser infinitamente perfecto.

Argumentos a posteriori

Parten de la experiencia de lo que podemos observar. Tomás de Aquino usa este tipo de argumentos. Sus vías son:

  1. La primera se fija en el movimiento, y le lleva a pensar en la necesidad de un primer motor, origen de todo lo que se mueve.
  2. La segunda se centra en la causalidad.
  3. La tercera, en los seres contingentes.
  4. La cuarta, en los grados de perfección.
  5. La quinta, en la finalidad a perseguir.

Ateísmo: La Negación de Dios

El Ateísmo es la postura filosófica que niega la existencia de Dios.

  • Sostiene que los argumentos a priori son ilegítimos, porque no está justificado dar el salto del ámbito del pensamiento al de la realidad.
  • Considera que los argumentos a posteriori tampoco son válidos. Por un lado, no se puede extrapolar al universo entero una causa observada en nuestra vida cotidiana. En segundo lugar, buscar un creador no resuelve ningún enigma, sino que crea problemas adicionales.

Agnosticismo: La Suspensión del Juicio

El Agnosticismo consiste en no creer poder ofrecer una respuesta definitiva al problema de la existencia de Dios, admitiendo no tener ninguna seguridad respecto al tema. Sexto Empírico, filósofo antiguo, pensó que lo más sabio era suspender el juicio, reconocer que hay cosas que no podemos conocer. El agnosticismo ha tenido posteriormente famosos defensores, como Hume.

¿Qué es el Tiempo? Diferentes Perspectivas Filosóficas y Científicas

1. Aristóteles: El Tiempo como Medida del Movimiento

El tiempo es “la medida del movimiento según un antes y un después”. Vincula la existencia del tiempo con el cambio, el paso de la potencia al acto.

2. Agustín de Hipona: El Tiempo como Distensión del Alma

El tiempo es una experiencia psíquica vinculada con nuestra manera de recordar el pasado, vivir el presente y anticipar el futuro. Es una distensión del alma (distentio animi).

3. Kant: El Tiempo como Forma Pura de la Sensibilidad

El tiempo (junto con el espacio) es algo que aporta el sujeto. Son formas puras de la sensibilidad, estructuras a priori independientes de la experiencia que ordenan nuestras percepciones.

4. Newton: El Tiempo Absoluto, Universal y Objetivo

Existe un tiempo universal y objetivo que transcurre de la misma manera en todas partes y es externo a nosotros, independiente de los sucesos y de los observadores.

5. Einstein: El Tiempo Relativo y el Espacio-Tiempo

El tiempo es relativo. El espacio-tiempo es un entramado geométrico que puede curvarse y deformarse con la presencia de masa o energía, y que distintos observadores pueden medir de maneras diferentes según su estado de movimiento.

Libertad Humana: ¿Realidad o Ilusión?

La Libertad como Ilusión: El Determinismo

El Determinismo afirma que todo sucede de forma prefijada, inevitablemente. Desde esta perspectiva, la sensación de libertad proviene de la ignorancia de las causas que nos determinan. Filósofos como Spinoza y Schopenhauer, y psicólogos como Skinner, han defendido variantes del determinismo.

La Libertad como Esencia de lo Humano: El Existencialismo

Esta visión sostiene que el ser humano no tiene una esencia prefijada, solo existencia, que consiste en construir la propia esencia mediante acciones libres.

  • Las cosas son seres-en-sí, porque tienen una esencia fija que especifica lo que son. Los seres-en-sí no son capaces de elegir.
  • Las personas son seres-para-sí, ya que son libres y conscientes. Los seres humanos no tenemos una esencia prefijada; la existencia precede a la esencia.

Simone de Beauvoir aplicó estas ideas a la condición femenina, argumentando que la mujer, a lo largo de la historia, ha sido considerada como un ser-en-sí (definida por otros, por su biología o por roles sociales) y no se le ha permitido realizarse plenamente como un ser-para-sí (un sujeto libre que define su propia existencia).

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