El Conflicto de la Mujer Moderna: Entre el Trabajo y el Hogar
Clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 2,23 KB
La Emergencia del Verdadero Conflicto
En el modelo tradicional de familia, donde la mujer se dedicaba exclusivamente al hogar, no existía conflicto alguno. Sin embargo, con la incorporación de la mujer al mercado laboral, surge una enorme tensión debido a la superposición de roles y la constante necesidad de desplazarse entre el ámbito doméstico y el profesional. Este solapamiento de tiempos y espacios hace visible el conflicto de intereses entre las distintas responsabilidades que la mujer moderna debe asumir.
La tensión que experimentan las mujeres es un reflejo de la contradicción existente entre la producción capitalista y el bienestar humano. En la pugna entre la sostenibilidad de la vida y el beneficio económico, nuestras sociedades patriarcales capitalistas han priorizado este último. Las personas, en lugar de ser el objetivo principal, se convierten en un instrumento al servicio de la producción. Los intereses políticos se centran en los beneficios, relegando el bienestar humano a un segundo plano. El sostenimiento de la vida se desplaza al ámbito doméstico, considerándose una responsabilidad femenina.
Los Tiempos y sus Características
Desde su aparición hace tres décadas, los estudios de "presupuestos de tiempo" han proporcionado una gran cantidad de información sobre cómo las personas utilizan su tiempo. Estos estudios permiten analizar el tiempo de trabajo, revelando importantes desigualdades entre hombres y mujeres.
Si analizamos la satisfacción de las necesidades humanas y sociales desde la perspectiva del uso del tiempo, podemos observar que no todos los tiempos son iguales. Algunos se destinan a satisfacer las propias necesidades (como el tiempo de dormir), mientras que otros se dedican a satisfacer las necesidades de los demás. También existen tiempos más rígidos y otros más flexibles, así como tiempos que se pueden utilizar en solitario y otros que requieren ser compartidos.
En nuestras sociedades actuales, se suelen establecer cinco grandes categorías para el uso del tiempo de las personas en edad activa: tiempo de necesidades personales, tiempo de trabajo doméstico, tiempo de trabajo de mercado, tiempo de participación ciudadana y tiempo de ocio.