La Confrontación entre Teología y Derecho en el Siglo de Oro Español: De Salamanca al Humanismo Jurídico
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El Debate entre Teología y Jurisprudencia en el Siglo de Oro Español (Siglos XVI-XVII)
Los escritos jurídicos medievales que se estudiaban estaban muy mal elaborados, lo que llevó a los humanistas a desecharlos. Hasta principios del siglo XVI, la virtud de la justicia se estudiaba desde la perspectiva del derecho: dar a cada uno lo que le correspondía. Sin embargo, la Teología española del siglo XVI reclamó para sí la potestad de poder abordar también cuestiones jurídicas.
La Teología no concibe la justicia únicamente desde el lado del derecho positivo. Esta postura, que a menudo respeta lo establecido, adopta una visión inversa: ve el derecho desde la virtud de la justicia. Con lo cual, los teólogos no están sujetos estrictamente al ordenamiento jurídico y pueden señalar que el derecho, en ocasiones, no es justo.
Por eso, los juristas suelen ser conservadores, cuando no reaccionarios, mientras que los teólogos son progresistas.
“Lo que está en la ley no tiene por qué ser bueno o justo”.
Es en este contexto donde se forman los grandes teólogos juristas, principalmente en la Universidad de Salamanca. En un mundo tan cambiante, donde España era una potencia mundial, la influencia de la Iglesia y de la Teología impidió que en España predominara un formalismo jurídico estricto, permitiendo el ensayo de nuevas fórmulas legales y éticas.
El Humanismo Jurídico y la Búsqueda de las Fuentes Clásicas
En los siglos XVI y XVII, gran parte de la literatura jurídica española siguió la ruta del “mos italicus”, un estilo de literatura repetitivo, aunque contenía obras de gran valor científico.
Con el Renacimiento y el Humanismo, se buscó retornar a la cultura clásica y desterrar la “hojarasca” medieval. El derecho humanista implicó un estudio riguroso de las fuentes originales, dando gran importancia a la filología:
- Las decretales.
- Los concilios.
- Los textos justinianeos (no solo los comentarios).
Los humanistas seguían el texto sin interpolaciones y buscaban conocer el significado exacto de las palabras.
El Mos Gallicus y Diego de Covarrubias
En España, el “mos gallicus” no tuvo gran repercusión, pero el autor más importante del humanismo jurídico español fue Diego de Covarrubias y Leiva, quien fue Presidente del Consejo de Castilla y Obispo de Segovia. Existieron, no obstante, otros autores relevantes en esta corriente.
Decadencia y Abandono de la Tradición Española
En el siglo XVII, el humanismo comenzó a decaer, y en el siglo XVIII cayó en picada. Con la llegada de la Ilustración, la doctrina jurídica española entró en decadencia, dedicándose principalmente a imitar las corrientes extranjeras, abandonando así la rica tradición jurídica y teológica española.