Congreso de Viena y las Ideologías del Siglo XIX: Liberalismo, Nacionalismo y Más
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El Congreso de Viena: Reorganización de Europa y las Ideologías del Siglo XIX
El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar las ideologías políticas del Antiguo Régimen. Su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789.
Liberalismo
El liberalismo es una corriente filosófica, económica y política que promueve las libertades civiles y se opone a cualquier forma de despotismo. Constituye la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho, como la democracia representativa y la división de poderes.
Nacionalismo
El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopolítico que surgió junto con el concepto de nación propio de la Edad Contemporánea en las circunstancias históricas de la llamada era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) desde finales del siglo XVIII.
Legitimismo
Legitimismo es el nombre de la corriente que apoya el restablecimiento del reinado de la Casa de Borbón en Francia. Los legitimistas reconocen, desde 1830, a los Borbones como herederos del trono de Francia, en caso de que se restaurase la monarquía en ese país. Se oponen a los orleanistas, partidarios de los descendientes del último rey francés, Luis Felipe I.
Las Revoluciones de 1848: La Primavera de los Pueblos
Las Revoluciones de 1848 (la Primavera de los Pueblos o el Año de las Revoluciones) es la denominación historiográfica de la oleada revolucionaria que acabó con la Europa de la Restauración (el predominio del absolutismo en el continente europeo desde el Congreso de Viena de 1814–1815).
Fueron la tercera oleada del más amplio ciclo revolucionario de la primera mitad del siglo XIX, que se había iniciado con las denominadas «revolución de 1820» y «revolución de 1830». Además de su condición de revoluciones liberales, las revoluciones de 1848 se caracterizaron por la importancia de las manifestaciones de carácter nacionalista y por el inicio de las primeras muestras organizadas del movimiento obrero.