Conquista y Romanización de Hispania: Un Resumen Completo
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La Conquista de Hispania
La conquista romana de Hispania se desarrolló en tres fases:
218 a. C. - 197 a. C.:
Durante la Segunda Guerra Púnica, Roma tomó el control de todo el litoral peninsular, desde los Pirineos hasta el sur de Portugal.
A partir del 150 a. C.:
Roma extendió su dominio hacia los pueblos celtíberos del interior.
Entre el 29 a. C. y el 19 a. C.:
Finalmente, sometió a las tribus astures y cántabras.
La Organización Territorial de Hispania
Para un mejor control y gestión, el territorio hispano se dividió en provincias. A partir del siglo I, cada provincia se subdividió en conventus. El último eslabón administrativo lo constituían las civitates (ciudades).
Las Gentes de Hispania
La romanización transformó gradualmente a los habitantes de Hispania. Existían diferentes situaciones jurídicas:
- Ciudadanos romanos
- No ciudadanos (peregrinos)
A partir del año 212, todos los habitantes del imperio obtuvieron la ciudadanía romana.
Las Riquezas de Hispania
Las ciudades fueron los centros económicos. La red de comunicaciones romana impulsó la economía, facilitando el tráfico de mercancías y las comunicaciones.
Cultura y Civilización
El legado romano más importante reside en la cultura:
- Lengua: La adopción del latín como lengua común no fue inmediata.
- Religión: Roma toleraba diversos cultos. El culto al emperador divinizado servía de nexo religioso.
- Urbanismo: Las ciudades romanas seguían un plano ortogonal o en damero. Contaban con edificios públicos como teatros, anfiteatros, termas, gimnasios, foros y templos.
- Ingeniería: El abastecimiento y saneamiento urbanos dieron lugar a grandes obras de ingeniería.
La Crisis del Siglo III
La riqueza de Roma se basaba en las conquistas militares. En el siglo III, la expansión del imperio se estancó. Sin nuevas conquistas, el ejército se convirtió en una carga económica.