Constitución de 1819 y Autonomías Provinciales en Argentina: Caída del Directorio de Rondeau

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El Directorio de Rondeau y la Constitución de 1819

En 1819, el Congreso aprobó una constitución que reflejaba los intereses centralistas y monárquicos del gobierno. Se consideraba el marco adecuado para la instalación de una monarquía constitucional. Sin embargo, se puede decir que el Congreso no funcionaba con coherencia, ya que, si bien poseía representantes de las provincias, estos no cumplían su función correctamente. Los diputados se acomodaban a las políticas del gobierno central, dejando a las provincias a su suerte.

La Constitución de 1819 señalaba la división de poderes:

  • Poder Ejecutivo: El titular sería el Director, con una duración de 5 años en sus funciones y la posibilidad de ser reelegido una sola vez. Era el jefe supremo de las fuerzas de mar y tierra.
  • Poder Legislativo: Congreso Nacional Bicameral, compuesto por Representantes y Senadores.
  • Poder Judicial: Alta Corte de Justicia, formada por 7 jueces y 2 fiscales.

Lo más importante que establece esta constitución es lo que dice sobre las provincias. Desconocía su existencia y no se especifica quién elige los gobiernos provinciales, por lo que se puede inferir que los elegía el gobierno central. Esta constitución fue rechazada por las provincias, ya que desconocía sus deseos federales.

Descontento Provincial y Renuncia de Pueyrredón

El descontento llevó a la renuncia de Pueyrredón en 1819, desprestigiado por la Constitución y por las negociaciones con Europa. Fue reemplazado por Rondeau, pero no hubo grandes cambios en cuanto al Directorio. Se siguió buscando el centralismo y el apoyo en el exterior, con un profundo desprecio contra la Banda Oriental y los federales.

El mando de Rondeau no era efectivo fuera de Buenos Aires: los gobernadores de Cuyo y Salta se consideraban aliados del Directorio, los de Córdoba y Tucumán se manejaban con mucha autonomía, y las provincias litorales negaban toda autoridad al gobierno porteño. Había una tregua que mantenía la paz con Santa Fe. La peor amenaza de este gobierno estaba en Cádiz, donde se preparaba una poderosa invasión al Río de la Plata, que fue detenida por la revolución liberal española.

La Sublevación de Arequito y el Inicio de las Autonomías Provinciales

Rondeau quiso terminar con los federales cuanto antes, en especial con los de Santa Fe. Ordenó a San Martín traer al Ejército de los Andes, pero este se negó. Ordenó a Belgrano traer al Ejército del Norte, a lo que Belgrano accedió enfermo y delegó su puesto a Fernández de la Cruz. Al llegar a la posta de Arequito, unos oficiales comenzaron una sublevación contra el Directorio. Con Bustos en Córdoba, Ibarra en Santiago del Estero y Heredia en Tucumán, se iniciaba el proceso de autonomías provinciales.

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