La Constitución de Cádiz de 1812: Origen del Liberalismo Español
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19 de marzo de 1812
Las Cortes aprobaron una serie de decretos de carácter liberal, aunque su obra más importante fue la redacción de una Constitución. Promulgada el 19 de marzo de 1812, establecía los principios básicos de un régimen liberal.
En la Constitución de 1812 aparece el concepto de nación española, que se definió como «la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios». Se declaró que esta nación era libre e independiente y no podía ser propiedad de ninguna familia, a diferencia de lo establecido por la legislación del Antiguo Régimen, que consideraba la nación como un bien de la familia real.
La Constitución estableció la soberanía nacional. Esto significaba que el poder residía en el pueblo, que lo ejercía a través de sus representantes, al contrario que en las antiguas monarquías absolutistas, en las que el origen del poder del rey se consideraba divino. Propuso como sistema de gobierno una monarquía constitucional y consideró a Fernando VII el único rey legítimo. La Constitución de Cádiz dividió el poder de la nación en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. El ejecutivo recaía en el rey, pero con ciertas limitaciones; el judicial, en los tribunales de justicia, y el legislativo, en las Cortes y el rey. Las Cortes estaban compuestas por diputados que representaban a la nación. Reunidos en una única cámara, elaborarían las leyes, que luego eran sancionadas y promulgadas por el rey.
Además, se planteó la participación de la población a través del sufragio, aunque indirecto, censitario y masculino. Los españoles dejaron de ser considerados súbditos, como en las antiguas monarquías, para ser ciudadanos. La condición de ciudadano, sin embargo, se perdía por no tener oficio o empleo, sufrir una discapacidad moral o física, estar procesado criminalmente o ser sirviente doméstico.
También se reconoció la igualdad de los ciudadanos ante la ley y se citaron derechos fundamentales como la libertad de expresión y prensa o la inviolabilidad del domicilio.
Se estableció un Estado confesional con la religión católica romana como única y oficial.
Abolieron los señoríos jurisdiccionales, eliminaron los gremios y abolieron la Inquisición.
También se propuso una moderada desamortización de los bienes eclesiásticos. Esto fue debido a que estas estaban en contra del librecambismo y la fisiocracia que ellos defendían.
Todas fueron leyes para acabar con el Antiguo Régimen.