La Construcción Metaliteraria en Niebla de Unamuno: Un Viaje a la Ficción y la Realidad

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El Juego Metaliterario en Niebla de Unamuno

Es importante destacar en toda la novela Niebla varios episodios clave que configuran su dimensión metaliteraria: el prólogo, el post-prólogo, los Capítulos 31-32-33 y la oración fúnebre a modo de epílogo (Orfeo).

Aspectos Clave del Juego Metaliterario

  • Prólogo y Post-prólogo

    El prólogo es muy extenso y está escrito por Víctor Goti, uno de los personajes de la novela. Su función es dar una apariencia de realidad a lo que no es. Hay una primera polémica en la que este personaje ficticio reclama la 'paternidad' del término Nivola, polémica por la que, posteriormente, el autor se enfada con este personaje.

    Todo el prólogo y el post-prólogo nos ofrecen un marco narrativo para poner en tela de juicio el pacto narrativo o pacto ficcional. Con esto, sospechamos que estamos ante otro tipo de novela (una metanovela), una metanovela que nos lleva a preguntarnos por el sentido de la vida. Se trata, por tanto, de una novela metaliteraria.

Estructura de la Novela: División en Tres Partes

Se suele hacer una división en tres partes de la novela:

  • Primera Parte (Capítulo primero hasta el séptimo)

    En ella se trata la aparición de Augusto Pérez (el protagonista) y el desarrollo de su personalidad.

  • Segunda Parte (Capítulo octavo hasta el trigésimo)

    En esta parte se narra cómo Augusto Pérez va a cambiar debido al encuentro con Eugenia, una relación amorosa basada en peripecias y que termina en engaño. El motivo de la búsqueda del amor es un triángulo amoroso que deriva en el clímax de la novela: el enamoramiento del héroe filosófico (amor a sí mismo) que está en contra de su deseo de inmortalidad.

    En el capítulo 17, el protagonista sospecha que su vida puede estar siendo objeto de esa novela o nivola que dice estar escribiendo su amigo Víctor. En el capítulo 25, el lector puede llegar a pensar que Víctor está escribiendo una novela que luego escribirá Unamuno. De forma que el autor pasa a formar parte en la obra y reivindica su autoría. Unamuno se resalta como lector y apela al mismo, haciendo una apelación directa al lector. Esta apelación está relacionada con la obra Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.

    En el denominado "juego de espejos", el autor hace pensar al lector que es un dios creador que nos está escribiendo a nosotros, es decir, nuestro destino.

  • Tercera Parte (Capítulos trigésimo primero, segundo y tercero)

    En esta parte encontramos a un personaje marcado por lo literario. Augusto parece que está monodialogando (término utilizado por Unamuno para denominar el monólogo). Estos monólogos van dirigidos a su perro Orfeo, de modo que son monólogos sin respuesta. El protagonista se transforma (autoafirmación) de Augusto como personaje de carne y hueso y como personaje de ficción.

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