Consumo Consciente y Bien Común: Actitud Ecológica y Mecanismos Psicológicos

Enviado por Cristhian y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,36 KB

Del Poseer al Compartir: Una Actitud Ecológica y Consciente

Una actitud madura ante las cosas implica asumir una actitud ecológica. La raíz etimológica de «Ecología» proviene de «casa». El mundo es la casa de todos y, por tanto, debemos cuidarla. La casa más cercana y habitual en la vida juvenil es la propia: su habitación, las calles y plazas, los parques, los ambientes humanos que frecuentan como el colegio, el lugar de trabajo, los bares y sitios de diversión, o el salón de clase.

La cultura del consumo ha generado en los jóvenes actitudes de derroche, falta de cuidado, destrucción y exageración tanto sobre sus propias cosas como sobre las ajenas. Se compra y se adquiere para sentirse bien y en sintonía con ese “barco veloz y acelerado” llamado consumo. Sin embargo, al poseer las cosas, no se reflexiona sobre su orden, cuidado, servicio y proporción. Se tienen para poseer, como propiedad privada, mas no para compartir. Los bienes no son posesión exclusiva y absoluta de la persona, sino que también deben estar a disposición del bien común, y especialmente de los más necesitados.

El Reto de Jesús: Poseer vs. Compartir

Mecanismos de Defensa Psicológicos

Enfrentamos diversas situaciones en la vida, y a menudo, nuestra mente recurre a mecanismos de defensa para lidiar con la frustración o el malestar. A continuación, exploramos algunos de ellos:

1. Mecanismos de Idealización

Con ellos tratamos de encubrir nuestra frustración modificando lo que pensamos sobre las cosas y las personas.

  • a) Racionalización

    Razonamos justificando la realidad en lugar de enfrentarnos a ella o cambiarla. Es el caso de la zorra y las uvas; como no las podía coger, se convenció de que estaban verdes.

  • b) Identificación

    Como no nos gusta lo que nos está pasando, intentamos ser otro, y nos identificamos con otra persona, incluso con quien nos está haciendo daño. Es el caso del hijo que se queja de cómo es su padre, pero se comporta igual que él; o los jóvenes que se visten y actúan como los ídolos de turno.

  • c) Proyección

    Vemos en los demás los propios errores y fallos para no tener que enfrentarnos a las consecuencias de nuestros actos. Por ejemplo, una madre, hablando con su hija, decide comprar una alfombra nueva. Cuando el marido le echa la bronca, dice que ha sido idea de la hija.

  • d) Fantasía

    Buscamos huir de la realidad, que resulta monótona o dolorosa, para vivir en un mundo ficticio donde se pretende ser más feliz.

2. Mecanismos de Regresión

Como parece que en la infancia se tienen menos problemas, volvemos a comportarnos y reaccionar como cuando éramos niños.

  • a) Regresión

    Tenemos comportamientos infantiles, típicos de niños pequeños: gritos, pánico, búsqueda de protección, poner morros, pequeñas venganzas.

  • b) Conversión

    Convertimos las preocupaciones psicológicas o morales en dolores físicos. Es el caso de las personas que son capaces de enfermar para llamar la atención, sean enfermedades de poca monta o más graves.

  • c) Negativismo

    Reaccionamos de forma negativa a cualquier cosa que dicen los demás; todo nos parece mal, como los niños cuando se encierran.

3. Mecanismos de Acción

Tratamos de hacer alguna cosa para contrarrestar la mala situación que vivimos.

  • a) Agresividad

    Nos volvemos un poco “burros” y estallamos. Por ejemplo, un hijo acaba de discutir con su madre porque no le deja ir a una excursión. Entonces, da un portazo y se marcha a la calle, da una patada a una papelera, se encuentra con un amigo y acaba discutiendo con él.

  • b) Compensación

    Dejamos de lado esa faceta que nos agobia y nos dedicamos por entero a otras cosas. Este es el caso de una joven que va mal en los estudios y se esfuerza por destacar en el deporte.

  • c) Transferencia

    Pasamos a otras personas o cosas los sentimientos que no podemos expresar allí donde queremos. Por ejemplo, aquel que se siente menospreciado por los demás y entonces se junta con gente más débil que él y se siente el “malo” o el cabeza de grupo.

Entradas relacionadas: