Contaminación Atmosférica en Santiago: Impacto de la Geografía y el Clima
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Contaminación Atmosférica en el Área Metropolitana de Santiago
Ubicación Geográfica y Factores Meteorológicos
La ubicación geográfica de Santiago, sumada a factores meteorológicos, constituye una de las características que más inciden en el deterioro de la calidad del aire de la ciudad.
El Área Metropolitana de Santiago (AMS) se halla ubicada en la cuenca del río Maipo, a una altitud que va desde los 400 a los 900 metros sobre el nivel del mar. Esta cuenca tiene como límites, por el oriente, la precordillera de los Andes, cuya cadena de montañas supera los 3200 metros; por el oeste, la cuenca limita con la precordillera de la Costa, cuyas elevaciones no superan los 1500 metros; por el sur, el cerro Cantillana establece otra frontera, con una altura que supera los 2000 metros; y por el norte, el cordón de cerros de Chacabuco cierra la cuenca. Solo por el lado sudoeste, la ciudad presenta una apertura al valle del río Maipo.
La presencia de este conjunto de cerros alrededor de Santiago constituye un factor que limita la ventilación de la ciudad y también la evacuación de los contaminantes que se producen en ella. A esto se suman otros factores adversos, como la velocidad y dirección de los vientos (circulación horizontal), así como la existencia de limitaciones a la propagación vertical por efecto de la inversión térmica.
Durante el día, los contaminantes emitidos en las zonas central y surponiente son transportados hacia el sector nororiente, mientras que en la noche el flujo se invierte, descendiendo aire más limpio desde la precordillera de los Andes, y llevando el aire contaminado hacia la zona céntrica y poniente de la ciudad.
Dispersión Vertical de Contaminantes e Inversión Térmica
La dispersión vertical de contaminantes se realiza usualmente en una capa comprendida entre la superficie y una altura determinada por factores termodinámicos. Por lo general, esta altura donde se produce la mezcla de los contaminantes es variable, según las horas del día y las estaciones del año. En Santiago, la altura de la capa de mezcla presenta grandes variaciones según los meses del año, pudiendo bajar hasta 300 metros en invierno y subir hasta 1000 metros en verano. La altura de la capa se ve afectada por la inversión térmica. Cuando la temperatura del aire disminuye en proporciones normales con la altura, los gases contaminantes calientes ascienden. Pero cuando esta disminución de temperatura es insuficiente, situación frecuente en Santiago, se forma una capa de inversión que provoca el estancamiento de los gases primarios, facilitando así la formación de gases secundarios en la atmósfera. Este fenómeno se acentúa durante los meses de invierno debido al enfriamiento de la superficie terrestre que se produce en esta época del año.