Contrastes Arquitectónicos: Bernini y Borromini, Dos Visiones del Barroco
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Giulio Carlo Argan, renombrado historiador del arte italiano y especialista en arquitectura barroca, establece una comparación respecto a la diversa manera de concebir la arquitectura. Coetáneos ambos, tienen en común su rebelión contra el Manierismo, pero su arquitectura es muy diferente e incluso contradictoria. Este contraste de tendencias se debe a las distintas condiciones históricas en que trabajan y a sus caracteres. Indica también que las diferencias artísticas entre ellos son similares a las que con anterioridad existían entre los dos pintores barrocos, Annibale Carraci y Caravaggio.
El Manierismo: Un Antecedente Clave
El Manierismo es un estilo artístico que surge y se desarrolla en Italia entre 1520 y 1600, especialmente en pintura. Los artistas trabajan "alla maniera de" los grandes maestros del Renacimiento (Leonardo, Rafael y Miguel Ángel) pero recrean sus formas con libertad. Es un estilo anticlásico, intelectual, refinado y elitista, caracterizado por la confusión, desproporción, falta de armonía, ausencia de perspectivas clásicas, movimiento exagerado, composiciones rebuscadas, formas alargadas, serpentinatas, con escorzos atrevidos, colores estridentes e irisados, y luces artificiales.
El Surgimiento del Barroco y sus Dos Vertientes
A finales del siglo XVI, los artistas italianos reaccionan contra el Manierismo, que ya no sirve para los propósitos religiosos contrarreformistas, propios del resurgir católico frente al protestantismo. La Iglesia necesita un arte comprometido al servicio de la fe, que sea popular e implique emocionalmente a la gente. Así surge en Italia un nuevo estilo: el Barroco. El cambio se inicia en pintura, pero con dos tendencias muy diferentes, incluso opuestas:
Bernini: El Clasicismo Barroco
Bernini (1598-1680) es un artista polifacético: arquitecto, escultor, pintor, comediógrafo y compositor. Es también un hombre de mundo, brillante, simpático, rico, que goza de gran fama y éxito, protegido por el papa Urbano VIII y más tarde por Alejandro VII, para quienes trabaja. Tiene un gran taller y deja en manos de sus asistentes los detalles de sus diseños. Proyecta sus edificios de acuerdo con las proporciones del cuerpo humano, según la concepción clásica. Usa elementos constructivos clásicos: columnas y pilastras de órdenes clásicos, prefiriendo el orden gigante, entablamentos, frontones y artesonados clásicos, pero tratados de forma poco ortodoxa. Los elementos decorativos que emplea son abundantes y de gran riqueza (mármoles veteados, bronces, estucos pintados), buscando el colorido y los juegos de luz y sombra. Le interesa la fusión de la escultura y la pintura con la arquitectura, para conseguir efectos escenográficos sorprendentes y espectaculares. Resumiendo, pese a sus innovaciones, Bernini no llega a cambiar la esencia de la tradición renacentista, de la que se siente deudor, aunque se acerca a ella de manera independiente y creativa. Su fecunda obra ha sido muy imitada.
Borromini: La Ruptura con la Tradición
Borromini (1599-1667), por el contrario, es un hombre tímido, profundamente religioso, mentalmente desequilibrado, de carácter difícil, solitario y con poco éxito, que se acaba suicidando. Tras una breve colaboración, se convierte en rival de Bernini. Se dedica en exclusiva a la arquitectura y vigila personalmente la ejecución de sus obras, con gran dominio técnico. Trabaja para las órdenes religiosas, que no tienen muchos recursos; suele construir iglesias de pequeñas proporciones y materiales pobres (ladrillo, estuco) pero que destacan por sus innovaciones técnicas, originalidad, movimiento y libertad de formas. Los elementos arquitectónicos que emplea son clásicos, pero los utiliza con libertad e imaginación, sin respetar las normas. Borromini es un arquitecto revolucionario, que rompe con la tradición clásica, al renunciar a planificar de acuerdo con módulos y proporciones clásicas. Su arquitectura es extravagante, audaz y fantástica. Gusta de muros alabeados, fachadas cóncavas, juegos de luces y sombras y plantas complejas de gran dinamismo. Evita la inclusión de otros géneros artísticos en la creación del ambiente espacial. La decoración interior es geométrica, menos recargada que la de Bernini. Ejerce gran influencia posterior en toda Europa.