El Contrato en Trabajo Social: Fases y Elaboración

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El Contrato en Trabajo Social

3.1.1. Fase de Acogida y Contacto

➔ A estas dos intervenciones se le añaden la declaración de las expectativas recíprocas. Las expectativas de este frente al trabajador social estarán influenciadas por sus experiencias previas de contacto con las instituciones sociales. El trabajador social también desarrolla expectativas sobre el usuario, puede esperar que se presente de una determinada manera, que se comporte como lo hicieron “todos los otros”. Esta clarificación de las expectativas recíprocas, de las imágenes erróneas y preconcebidas, servirá de base para la construcción de la relación futura

➔ La evaluación de las capacidades y los recursos se refiere al conjunto de la situación, esta permitirá al usuario y al trabajador social, ponerse de acuerdo en una misma definición del problema y de los objetivos que se han de perseguir.

➔ La clarificación del lugar del trabajador social y de su papel, muestra su responsabilidad.

3.1.2. Fase de Negociación

Esta fase de negociación del contrato se apoya en la experiencia de una relación ya cimentada en el curso de la fase precedente. Podemos distinguir 4 momentos esenciales de esta elaboración.


Clarificar los problemas y las aspiraciones: Clarificar los problemas implica definir las áreas problemáticas, sacar a la luz su implicación y distinguir quién está en el origen del enunciado del problema. De este modo, podemos encontrar problemas reconocidos socialmente por las instituciones, percibidos por el trabajador social o vividos por el usuario. Este proceso de clarificación conducirá a la elección de uno o dos problemas sobre los que se centrará la intervención. En función de dos criterios:


★ El problema que motivará y movilizará más energías del usuario.


★ Las capacidades y los recursos con los que se puede contar, puesto que lo importante será obtener éxito a corto plazo.


Establecer objetivos comunes: una vez definido y elegido el problema central, hay que elaborar los objetivos de cambio, es decir, determinar qué cambios deseamos producir y qué situación queremos lograr con dicha transformación. Al trabajador social le corresponde la clarificación de los objetivos en términos de acciones realizables y concretas y que tengan en cuenta la evaluación de las capacidades y los recursos disponibles.


Elaborar el plan de trabajo: Se trata de decidir qué es lo que se va a hacer, cómo se va a proceder y cómo se van a repartir las tareas. La elaboración del plan de trabajo se hace a partir de decisiones tomadas en común después de ser discutidas. Implica, asimismo, decisiones sobre la estructuración del trabajo en el tiempo: duración total del contrato, frecuencia de las entrevistas, objetivos a largo, medio y corto plazo.


Formalizar el contrato: Los trabajadores sociales utilizan diversos grados de formalización del contrato que varía con el tipo de práctica de cada uno y con el tipo de personas con las que se trabaja.


★ El contrato más formal se hace por escrito. Cada parte lo firma y puede reforzarse el aspecto formal con un cierto carácter solemne.

★ El contrato oral es el utilizado con mayor frecuencia. Es menos formal, permite la clarificación necesaria y da naturalmente una mayor flexibilidad.

3.1.3. Fase de Puesta en Marcha de los Compromisos

La organización en el tiempo, prosigue también durante la puesta en marcha del acuerdo concluido. Podemos además, señalar el reparto de las tareas, el acompañamiento y el reajuste del contrato.


➔ Reparto de las tareas: Dos preocupaciones esenciales presiden este reparto.

★ En primer lugar, hace falta solicitar una participación real y activa del usuario, considerándole el responsable del cambio de su situación.


★ En segundo lugar el trabajador social debe por su parte tomar también un papel activo y comprometido en la obtención de los cambios deseados, completando con su esfuerzo el emprendido con el usuario sin por ello sustituírle.


➔ Acompañamiento: Los encuentros regulares permiten que el trabajador social acompañe a la persona en su esfuerzo. Si el usuario pasa por un período de desánimo, el trabajador social podrá respaldarlo con una actitud comprensiva y animarlo, centrándose en los posibles logros.


➔ Reajuste del control: La situación de las personas evolucionan, acontecimientos nuevos introducen modificaciones sensibles, en resumen, la realidad se mueve: De cara a este movimiento, las condiciones contractuales demasiado rígidas corren el riesgo de perjudicar la eficacia de la gestión. Flexibilidad y agilidad son las condiciones indispensables para que el contrato siga siendo una técnica profesional centrada en el usuario, en sus necesidades y en su evolución.

3.1.4. Fase de Evaluación de los Resultados.

La evaluación de los resultados es la ocasión, bien de poner término a la intervención, o bien de renovar el contrato reajustado a la situación presente.

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