Cordilleras Béticas y Baleares: Evolución Geológica y Estructura Tectónica

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Las cordilleras Béticas se extienden desde Cádiz hasta la costa levantina y continúan hacia el Mediterráneo, tanto por el sur de Europa como por el norte de África, formando parte de lo que se conoce genéricamente como orógeno alpino perimediterráneo. La formación de estas cordilleras se sitúa en la orogenia Alpina, como resultado del choque entre las placas Africana y Euroasiática, junto con el empuje hacia el oeste de la placa de Alborán.

Zonas Tectónicas de las Cordilleras Béticas

Desde el punto de vista tectónico, se distinguen dos grandes unidades alineadas a dos placas diferentes:

Zonas Externas Béticas

Se localizan en la parte septentrional de las cordilleras Béticas y en su prolongación hasta Baleares, excepto Menorca. Están formadas por rocas sedimentarias del Triásico al Mioceno inferior-medio. Se encuentran despegadas de su basamento e intensamente deformadas, con pliegues y cabalgamientos. Dentro de ellas, se diferencian dos unidades geológicas:

  • Prebética: La zona septentrional, con dominio de rocas sedimentarias de medios marinos someros y un grado de deformación menor.
  • Subbética: La zona meridional, con dominio de sedimentos pelágicos a partir del Jurásico inferior, intercalaciones de rocas volcánicas submarinas en el Jurásico-Cretácico de algunos sectores y un grado de deformación mucho mayor que en el Prebético.

Zonas Internas Béticas

Ocupan la parte meridional y están formadas por rocas procedentes de la colisión de la placa de Alborán contra el margen continental de la placa Ibérica. Estas zonas son las que han sufrido un mayor desplazamiento y una deformación más intensa, y están constituidas por un apilamiento de unidades tectónicas superpuestas que comprenden, de abajo arriba, los complejos Nevado-Filábride, Alpujárride y Maláguide. Estos complejos se encuentran formados por una pila de mantos estructurada antes de su desplazamiento hacia el oeste, en la placa de Alborán, que indican casi siempre movimientos en régimen de falla normal o de despegue extensional, prueba de una significativa fase extensional poscolisional. El zócalo y la cobertera pueden aparecer afectados por un metamorfismo alpino menos intenso en el complejo Maláguide. En los zócalos de algunas unidades Nevado-Filábrides y Alpujárrides se presentan vestigios de magmatismo, metamorfismo y orogenias prealpinas.

Unidades Intermedias: El Campo de Gibraltar

Durante una parte del Mesozoico y todo el Paleógeno, entre la placa Ibérica y la de Alborán existía una franja de corteza oceánica sobre la que se depositaron turbiditas que, durante el desplazamiento de Alborán, se cerraron y desplazaron solidariamente. En la actualidad, forman el complejo del Campo de Gibraltar, entre las zonas internas y externas Béticas, por lo que algunos autores hablan de unidades intermedias.

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