El Coro Mudo: La Influencia de las Voces Silenciosas en la Gobernanza y el Yo desde la Tragedia Griega
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1. El Concepto de Mutus: Silencios en la Ciudad y el Individuo
El concepto principal de este capítulo es el de mutus. Con él se alude a todo un conjunto de impresiones, ideas, miedos y convicciones que permanecen sin expresar en la vida de la ciudad y del individuo. Estos silencios, que habitan in foro interno de la ciudad o de las personas, se mantienen acallados debido al miedo, al temor al rechazo o al castigo de los poderosos. En el fondo, es la propia conciencia del individuo la que los censura. No obstante, son parte imprescindible del gobierno de la ciudad y del ciudadano.
2. La Insuficiente Soberanía de la Conciencia y el Coro Mudo
La existencia de este coro mudo o silencioso, donde la lógica vigilante y el principio de identidad no rigen, es una evidencia de la insuficiente soberanía de la conciencia en el gobierno del yo. Estas voces, que habitan el in foro interno, quedan fuera del alcance de la voluntad. La lógica vigilante, sin embargo, tiende a simplificar esta realidad reduciéndola a la idea de irracionalidad.
3. El Coro Teatral Griego como Voz de lo Inexpresado
El coro teatral, ya desde la tragedia griega, ha dado de alguna manera voz a estos silencios de la ciudad, expresando —en el sentido retórico— aquellas ideas que quedan fuera del alcance de los personajes individuales. La presencia de este coro mudo puede percibirse en el teatro por las sensaciones de vacío (tanto en el escenario como en nosotros mismos) que nos dejan determinados eventos de la representación, o bien a través de cambios extraños, aparentemente inexplicables en la acción.
3.1. Manifestaciones del Coro Mudo en la Representación Teatral
También se hace presente este silencio con la aparición de:
- Personajes inmateriales pero llenos de vida, que rompen con el principio de identidad.
- La caída en la locura o la psicosis irreversible de un personaje.
- Personajes de identificación indeterminada, que parecen hablar por boca de muchos individuos.
- Personajes que no son escuchados.
- La aparición de esas partes normalmente acalladas de la ciudad: los niños, los esclavos, las mujeres, los inadaptados, los locos.
Incluso, el coro mudo puede percibirse cuando el auditorio produce ruidos innecesarios, que testifican poderosos sentimientos. El coro mudo también se manifiesta en la presencia de voces acompañantes y secundarias que, eventualmente, escapan de la vigilancia del auditorio, el cual centra su atención en las voces protagonistas.
4. El Mundo Interno: Una Nueva Perspectiva para la Ciencia Política
Lo que atestigua la presencia de estas voces acalladas en la ciudad y el individuo es la existencia de todo un ámbito de la identidad humana: el mundo interno, en el que no rigen los criterios de racionalidad, necesidad e identidad vigilante. Esto supone, en palabras de Freud, una tercera y definitiva humillación para el orgullo del género humano: aceptar que el yo, la voluntad, no posee una soberanía tiránica sobre nuestra identidad. Esto no solo no imposibilita el estudio del gobierno de las personas, sino que introduce un elemento —el mundo interno— de capital importancia para el gobierno de la ciudad y del individuo y, en consecuencia, para el establecimiento de una ciencia política que pretenda ser auténticamente tal.