Corrientes Clave de la Filosofía Moderna: De Hume a Kant
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El Empirismo y el Escepticismo de David Hume
Los empiristas afirman que todo conocimiento tiene su origen en la experiencia. Niegan la autonomía de la razón y, por consiguiente, la existencia de ideas innatas. David Hume, en su principio de copia, establece la naturaleza sensorial de todo conocimiento referido al mundo extramental.
El empirismo radical de Hume lleva a cuestionar la validez de la Metafísica como conocimiento esencial de la realidad, afirmando que lo que nos es dado a conocer es siempre una realidad fenoménica. Por otro lado, conduce a un escepticismo moderado: referido al conocimiento de las relaciones que se dan entre los hechos. No podemos alcanzar ninguna verdad necesaria, sino únicamente creencias probables que aceptamos como verdaderas con un sentimiento muy vivo, por costumbre.
Jean-Jacques Rousseau y la Crítica Ilustrada
En el siglo XVIII se produce el triunfo de la Ilustración. En este contexto destaca Jean-Jacques Rousseau, quien fue el gran disidente de la Ilustración francesa a pesar de haber sido colaborador en la Enciclopedia. Rousseau desvaloriza la cultura, la razón y la sociedad a favor del hombre en estado natural.
Sus ideas tuvieron un enorme éxito y fue el ilustrado que más influyó en los futuros revolucionarios. Lo más destacable de su pensamiento político es cómo plantea la necesidad de un nuevo contrato social que devuelva al ser humano su estado «natural» sin que por ello deba dejar de pertenecer a una comunidad.
Immanuel Kant: Síntesis y Crítica de la Razón
Immanuel Kant fue el filósofo más importante del final de la modernidad, llevando a cabo una síntesis de las corrientes del racionalismo y del empirismo. Estas corrientes influyeron en el pensamiento kantiano, puesto que el idealismo trascendental (filosofía inaugurada por Kant) es una suerte de síntesis superadora de las dos corrientes mencionadas.
Para superar el dogmatismo racionalista y el escepticismo empirista en una síntesis original, Kant inicia un programa crítico de la filosofía en dos fases:
Fase 1: La Razón Teórica
La primera, desarrollada por Kant en la Crítica de la razón pura, arranca con el examen crítico de la facultad de conocer o razón teórica y concluye con las restricciones que han de imponerse al conocimiento científico y especulativo.
Fase 2: La Razón Práctica
Kant explora los fundamentos de la razón en su uso moral o práctico. La obra más destacada de esta época es la Crítica de la razón práctica, donde afirma que los citados fundamentos de la moralidad coinciden con los objetos metafísicos de cuya aceptación ya no es responsable el conocimiento, sino la fe racional.
Estas dos fases del idealismo trascendental kantiano se exigen mutuamente. Insistir en una en detrimento de la otra condenaría a la filosofía de Kant a un reduccionismo injusto.