Corrientes Poéticas Españolas: Arraigada, Desarraigada y Generación del 50

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Movimientos Poéticos en la Posguerra Española

Poesía Arraigada (1936-1944)

La Poesía Arraigada (1936-1944), difundida por las revistas Escorial y Garcilaso (fundada con apoyo oficial de Franco con fines propagandísticos), agrupa a poetas que escriben una poesía de forma clasicista y temas tradicionales: el amor, la familia, el paisaje y la religión. Es una poesía que ofrece una visión positiva del mundo frente a la dura realidad española del momento.

En años posteriores, algunos de estos poetas abandonaron esta postura por cambios ideológicos o formales. Destacan:

  • Luis Rosales (La casa encendida)
  • Dionisio Ridruejo (Sonetos a la piedra)
  • Leopoldo Panero (Escrito a cada instante)
  • José García Nieto (Víspera hacia ti)
  • Luis Felipe Vivanco (Continuación de la vida)

Poesía Desarraigada o Existencialista (1944-1956)

«Un mundo como un árbol desgajado. Una generación desarraigada. Unos hombres sin más destino que apuntalar ruinas.» (Blas de Otero)

Esta corriente comienza en 1944 con la publicación de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso («Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres») y Sombra del Paraíso, de Vicente Aleixandre. En torno a la revista Espadaña se reúne una serie de escritores que reclaman una poesía con mayor contenido humano y existencial, que refleje la desgarradora realidad española, la vivencia individual del ser humano de angustia y dolor, y de falta de fe en el futuro.

Abordan temas que son preocupaciones existenciales: la muerte, el amor, la soledad, la desesperación... El estilo emplea un lenguaje de tono trágico y se usa el verso libre y el versículo.

Posteriormente, la poesía desarraigada evoluciona hacia una poesía social: los escritores salen de su conflicto interior y contemplan lo que sucede a su alrededor. Entonces la poesía es concebida como una herramienta para transformar la sociedad y denunciar la marginación, la injusticia, la falta de libertad o la pobreza. Estilísticamente emplea un lenguaje claro de tono coloquial, pues va dirigida «a la mayoría».

Los títulos más importantes son:

  • Pido la paz y la palabra de Blas de Otero
  • Cantos iberos de Gabriel Celaya
  • Quinta del 42, de José Hierro

Generación de los 50 (1956-1964)

A finales de los 50 y principios de los años 60 aparecen una serie de autores que mantienen una actitud crítica sobre España y los asuntos políticos, pero muestran una mayor preocupación por el intimismo centrado en aspectos como el paso del tiempo contemplado con tristeza, el amor, la infancia y la adolescencia, la amistad o la creación poética.

En el plano formal pretenden dignificar el lenguaje poético. Sus poemas tienen un aire conversacional, tendencia a la narratividad y en ocasiones lenguaje familiar. En la métrica predomina el verso libre sin descartar estrofas clásicas.

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