Corrientes Teatrales del Siglo XX en España: Tradición, Vanguardia y el Esperpento de Valle-Inclán
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Panorama General del Teatro Español del Siglo XX
En el primer tercio del siglo XX, dos grandes tendencias pugnan por consolidarse en los escenarios españoles: por un lado, un teatro que responde a las expectativas y gustos del público burgués que asiste a las representaciones, continuador, desde el punto de vista estético, de las formas tradicionales de los últimos años del siglo XIX (el teatro comercial); y, por otro, las tentativas renovadoras de quienes, al margen de los intereses económicos de los empresarios teatrales, pretenden explorar nuevas fórmulas dramáticas, tanto desde el punto de vista técnico como ideológico (el teatro innovador).
Teatro Comercial: Características y Tendencias
El teatro comercial se subdivide en:
- Poético-Defensor: De los ideales nobiliarios, en el más puro tradicionalismo.
- Cómico-Costumbrista: Heredero del teatro popular.
- Burgués-Crítico: Critica las costumbres sociales y valores de la burguesía.
Teatro Innovador: Vanguardia y Renovación
Las corrientes del teatro innovador incluyen:
- Generación del 98: Representada por autores como Unamuno y Azorín.
- Vanguardista: Con figuras como Jacinto Grau y Ramón Gómez de la Serna.
- Valle-Inclán y el Esperpento: Una estética revolucionaria.
- Teatro de la Generación del 27.
Valle-Inclán y el Esperpento: Una Estética Revolucionaria
Genial innovador del teatro español, Ramón María del Valle-Inclán rechaza el realismo burgués y propone una total renovación de la escena española en todos sus aspectos, experimentando diversos métodos. El crítico Francisco Ruiz Ramón divide su extensa producción en tres ciclos principales:
- Ciclo Mítico
- Ciclo de la Farsa
- Ciclo del Esperpento
Ciclo Mítico
Lo forman obras como Comedias bárbaras, El embrujado y Divinas palabras.
- Las Comedias bárbaras (Águila de blasón [1907], Romance de lobos [1908] y Cara de plata [1922]) se sitúan en una Galicia intemporal, arcaica y supersticiosa, con personajes faltos de moral, sacrílegos y feroces, y un mundo de pasiones donde conviven lo sobrenatural, lo misterioso y la muerte.
- Divinas palabras (1920) es una tragicomedia rural: su protagonista es un enano hidrocéfalo que es mostrado por sus allegados en ferias y caminos para sacar dinero. De nuevo, las pasiones se mezclan en un mundo de miseria y crueldad.
- El embrujado, escrita en 1913, reproduce el ambiente de las obras anteriores.
Ciclo de la Farsa
Constituido por Farsa infantil de la cabeza del dragón (1909), La marquesa Rosalinda (1912), Farsa italiana de la enamorada del rey (1920) y Farsa y licencia de la reina castiza (1920). En esta etapa, Valle-Inclán contrapone lo sentimental y lo grotesco para afrontar de otra manera la realidad y desmitificar la sociedad tradicional con un estilo cada vez más esperpéntico.
Ciclo del Esperpento
El esperpento nace de una determinada situación histórica y sigue la tradición española representada por Quevedo o Goya: intenta, además, una deformación sistemática de la realidad para ofrecer su imagen grotesca. El esperpento es una nueva estética, una nueva visión del mundo desde una posición crítica que coincide con un movimiento estético de protesta contra la sociedad burguesa, ya que muestra sus aspectos más corruptos e inauténticos de forma despiadada, al tiempo que comporta una intención renovadora de la lengua y de las formas literarias.