Las Creencias y la Realidad: Un Contraste entre Ortega y Descartes
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 2,78 KB
Las creencias son una clase esencial de ideas tan asumidas que no tenemos necesidad de defenderlas, porque en las creencias vivimos inmersos, son nuestra realidad y la tocamos sin hacernos habitualmente cuestión de ellas.
3- Ortega expone su concepción de la realidad y la verdad en clara oposición crítica a la tradición racionalista de la filosofía occidental. Parece conveniente acercarnos a la posición filosófica de Descartes al respecto, como máximo exponente del racionalismo, que se encuentra en las antípodas del planteamiento de Ortega. Descartes identifica la verdad con la evidencia. Así pues, la verdad es inmune a todo tipo de duda y tiene su modelo en las ideas claras y distintas, en la evidencia, que en el planteamiento cartesiano, se obtiene tras la rigurosa aplicación de la duda metódica o universal. La verdad se halla ligada, en Descartes, al problema del método y es uno de los rasgos de los argumentos racionalmente construidos. Para Descartes, la verdad se identifica con la certeza, que supone la seguridad hallada tras la aplicación del método. En el fondo, la preocupación metodológica de Descartes pone de manifiesto que se estaba gestando un cambio de actitud básico. La Escolástica había funcionado con este tipo de razonamientos, fundando el carácter de verdad de la premisa mayor en principios generales sacados de la fe o de la autoridad de Aristóteles y de la Iglesia. Descartes reclama que el nuevo criterio de verdad esté basado sola y exclusivamente en la razón. Los primeros pasos en esa dirección los da Descartes desde muy joven y desde el principio tuvo como referencia el mismo método que usan los geómetras.
Descartes mantenía que sólo los matemáticos sabían demostrar sus proposiciones y este hecho le condujo a su concepción de la unidad del saber o de la razón única. Puesto que la razón es única, interesa conocer su estructura y funcionamiento para poder alcanzar así los conocimientos verdaderos. Descartes distingue dos modos de auténtico conocimiento por medio de la razón: la intuición y la deducción. De aquí concluye Descartes que el proceso del conocimiento se basa en dos aspectos íntimamente relacionados: el análisis, que nos permite la intuición directa de los elementos o naturalezas simples, y la síntesis, que nos permite reconstruir paso a paso lo complejo a partir de lo simple. Con esta convicción elaboró Descartes las cuatro reglas de su método de conocimiento. Este es, según Descartes, el único método de la razón única. Ha sido empleado con éxito en las matemáticas y nada impide que sea empleado con igual fortuna en otros ámbitos de conocimiento. Una vez delimitada la cuestión del método válido de conocimiento, Descartes lo aplicó en su proyecto de reforma filosófica.