Crisis Colonial de 1898 en España: Causas y Consecuencias del Fin del Imperio
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El Declive del Imperio Español y la Crisis de 1898
En el último tercio del siglo XIX, los últimos territorios del imperio colonial español ultramarino en el Caribe y el Pacífico se independizaron de España. Mientras tanto, las potencias europeas acordaron repartirse gran parte del planeta bajo su dominio en la Conferencia de Berlín (1885). La pérdida de las colonias españolas puso de manifiesto la debilidad y el escaso peso de España en el contexto internacional, lo que fue una de las causas de una profunda crisis interna en la sociedad española a finales de siglo (1898). El "Desastre del 98" fue el periodo más dramático de la Restauración y sumió al país en un profundo estado de descontento y frustración.
Causas de la Crisis Colonial
La pérdida de las colonias americanas, que a principios de siglo incluían el Caribe, las Islas Filipinas y un conjunto de islas, fue un proceso gradual. Cuba y Puerto Rico, en particular, tenían una economía basada en la agricultura de exportación, principalmente la caña de azúcar. Estas colonias aportaban a la economía española un continuo flujo de beneficios, gracias a la explotación esclavista en beneficio de una oligarquía española y criolla de grandes hacendados que controlaban la producción y el comercio.
El origen de la crisis se remonta a las reivindicaciones que, en 1868, una parte del pueblo cubano hizo: autonomía y abolición de la esclavitud. La guerra que comenzó, conocida como la Guerra de los Diez Años, fue la primera de las tres guerras cubanas por la independencia, y concluyó con la Paz de Zanjón en 1878. Sin embargo, esto solo aplazó el problema cubano.
El estrangulamiento de la economía cubana favoreció una nueva guerra, la Guerra Chiquita (1879-80), que restó peso a los sectores autonomistas. Mientras tanto, los Estados Unidos habían aumentado su interés por la isla a lo largo del siglo XIX.
Las tensiones entre Cuba y España aumentaron a raíz del endurecimiento de las medidas proteccionistas en la década de 1890. La propuesta de una nueva ley de autonomía para Cuba resultó insuficiente para satisfacer los deseos de la mayoría, y en febrero de 1895 se inició la tercera guerra por la independencia.
La insurrección, conocida como el Grito de Baire, contó con el apoyo de Antonio Maceo y Máximo Gómez, quienes consiguieron extender la guerra a la parte occidental de la isla. El líder inicial fue José Martí, fundador del independentista Partido Revolucionario Cubano (PRC, 1892).
El Fin del Imperio
La guerra hispano-estadounidense por el control de las colonias españolas concluyó en diciembre de 1898 con la Paz de París. Como resultado, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam fueron cedidas a Estados Unidos, mientras que Cuba alcanzó su independencia, aunque bajo la influencia estadounidense.