Crisis de la Restauración: El Fracaso Regeneracionista de Silvela y la Evolución del Carlismo (1899-1931)

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1. El Fracaso del Primer Gobierno Regeneracionista

En 1899, la regente María Cristina otorgó su confianza al líder conservador Francisco Silvela. Este gobierno impulsó una política reformista y dio entrada a la política a personas ajenas al gobierno anterior, como Camilo Polavieja o el conservador catalán Manuel Durán.

Se propuso un proyecto de descentralización administrativa y una nueva política presupuestaria, aumentando los tributos sobre los productos de primera necesidad (nuevos impuestos), para sufragar las deudas contraídas en la Guerra de Cuba.

El Conflicto del Cierre de Cajas

Las nuevas cargas fiscales impuestas por el ministro de Hacienda, Raimundo Fernández Villaverde, originaron una fuerte protesta en Cataluña en septiembre de 1899. Comerciantes de Barcelona (BCN) se negaron a pagar la contribución trimestral, protesta conocida como el Cierre de Cajas.

El gobierno pretendió embargar a los morosos, pero el alcalde de BCN, Bartomeu Robert, se negó a ejecutar los embargos y dimitió. Esto dio lugar a una huelga general de comerciantes que se extendió por toda Cataluña (CAT). Finalmente, el gobierno encarceló a los morosos, suspendió las garantías constitucionales en CAT y declaró el Estado de Guerra.

Consecuencias de la Crisis

El Cierre de Cajas significó la ruptura entre las élites catalanas y los partidos dinásticos. El catalanismo se consolidó como alternativa a la lamentable política de la Restauración. Este espíritu regeneracionista terminó, habiendo durado poco más de un año, en 1901. Volvió el turno dinástico.

2. Carlismo y Tradicionalismo

Murió Carlos de Borbón (Carlos VII) en 1909. Su hijo Jaime de Borbón fue el nuevo pretendiente a la corona.

Evolución y Escisiones del Movimiento

Con las disputas internas en el partido carlista (iniciadas con la separación de los integristas) y a raíz de la Primera Guerra Mundial, un sector del carlismo se manifestó partidario de los germanos. Uno de los dirigentes del partido, Juan Vázquez de Mella, lo abandonó y en 1919 fundó el Partido Católico Tradicionalista.

Las bases sociales del tradicionalismo, así como las del carlismo y el integrismo, se concentraban en Navarra, el País Vasco, Cataluña y también en Andalucía.

El Requeté y la Comunión Tradicionalista

En 1907 se fundó el Requeté, una organización paramilitar para refrenar el republicanismo y el obrerismo. Con la llegada de la República en 1931, carlistas, republicanistas e integristas se unieron formando la Comunión Tradicionalista.

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