Crisis del Sistema Canovista en España: Reformismo, Conflictividad Social y Golpe de Estado (1898-1923)
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El Intento Reformista y la Desintegración del Régimen de la Restauración (1898-1923)
Fase 1: Reformismo desde los Partidos Dinásticos (1898-1912)
Entre 1898 y 1912, los partidos dinásticos, liderados por el conservador Antonio Maura y el liberal José Canalejas, e influidos por el regeneracionismo, intentaron implementar una serie de reformas:
- Ley Electoral de 1907: buscaba combatir la corrupción.
- Creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908: un primer paso hacia la seguridad social.
- Ley del Candado de 1910: pretendía avanzar en la separación entre Iglesia y Estado.
- Proyecto de Ley de Mancomunidades: un intento de descentralización y reconocimiento de las autonomías.
Sin embargo, en 1909, el clima de tensión social, agravado por la Guerra de Marruecos, desembocó en la Semana Trágica de Barcelona. Este movimiento de protesta, con un fuerte sentimiento anticlerical, se radicalizó hasta convertirse en una insurrección violenta. El gobierno conservador de Maura declaró el estado de guerra y llevó a cabo una dura represión, lo que provocó su caída. Alfonso XIII disolvió las Cortes y traspasó el gobierno a los liberales.
Fase 2: Fortalecimiento de la Oposición y Crisis de 1917 (1912-1917)
A partir de 1912, el fortalecimiento de la oposición republicana, obrera y nacionalista, junto con el problema colonial de Marruecos y el impacto de la Primera Guerra Mundial, generaron una serie de sucesos revolucionarios que desembocaron en la Crisis de 1917. Esta crisis se manifestó en tres vertientes:
Crisis Militar
En junio de 1917, el descontento entre los oficiales del ejército, que reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por méritos de guerra, llevó a la formación de las Juntas de Defensa. Estas juntas culpaban al gobierno de los males del ejército y del país.
Crisis Política
En julio de 1917, tras la sustitución del conservador Dato por el liberal Conde de Romanones en 1916, quien continuó con la corrupción política y cerró las Cortes, Dato volvió a asumir la Jefatura del Gobierno. Ante la negativa de Dato a reabrir las Cortes, la Lliga Regionalista exigió la formación de un gobierno provisional que convocara Cortes Constituyentes. La asamblea fue disuelta por la Guardia Civil.
Crisis Social
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) provocó en España una inflación desorbitada, lo que desembocó en la huelga general revolucionaria de agosto de 1917. Esta huelga adquirió un carácter político revolucionario y fue reprimida por el ejército, que declaró la Ley Marcial.
Fase 3: Inestabilidad, Conflictividad Social y Golpe de Estado (1917-1923)
Entre 1917 y 1923, se produjeron constantes cambios de gobierno debido a la fuerte conflictividad social, marcada por las revueltas campesinas, la movilización obrera y el pistolerismo, y a las tensiones políticas derivadas de la Guerra de Marruecos, que culminaron con la Derrota de Annual. Estos factores propiciaron el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera en 1923.
Descomposición Política
Desde 1917 hasta 1923, el sistema político entró en una fase de absoluta descomposición debido a la fragmentación de los partidos dinásticos y la debilidad de la oposición. Se sucedieron los gobiernos de coalición, inestables y sujetos a continuos cambios. La descomposición del sistema canovista abrió el camino a la solución militar.
Agudización de la Crisis Social
La Primera Guerra Mundial exacerbó la conflictividad social en España. El deterioro de las condiciones de vida de obreros y campesinos, debido al aumento del paro y la subida de los precios, se intensificó. Además, el triunfo de la Revolución Bolchevique y el establecimiento del Estado Soviético en Rusia en 1917 alentaron las esperanzas revolucionarias.
La conflictividad social se manifestó en un movimiento huelguístico en las industrias y en revueltas campesinas, especialmente en Andalucía, donde se ocuparon tierras. El gobierno respondió declarando el estado de guerra e ilegalizando las organizaciones obreras.
La conflictividad social degeneró en una radicalización de las posturas de sindicatos y patronal, dando inicio a una época de pistolerismo (1916-1923). Los patronos crearon la Federación Patronal, contratando a pistoleros a sueldo para asesinar a dirigentes obreros y recurriendo al lockout (cierre de empresas). Grupos vinculados a la CNT, como los liderados por Durruti y Ascaso, respondieron con un activismo violento.