Cristología Fundamental: La Unión de las Dos Naturalezas en Jesucristo
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El estudio de la persona de Jesucristo, conocido como Cristología, aborda uno de los misterios centrales de la fe cristiana: la coexistencia de su naturaleza divina y humana. A lo largo de la historia, han surgido diversas interpretaciones erróneas sobre este misterio. A continuación, se detallan los principales errores y la doctrina correcta.
Errores Comunes sobre la Naturaleza de Cristo
Existen tres clases principales de errores respecto a este misterio:
Negación de la Naturaleza Divina de Cristo
El principal exponente de quienes niegan la naturaleza divina de Cristo es Arrio. Él afirmaba que Jesucristo no era Dios, sino una criatura perfectísima, aunque no admitía que fuera de la misma naturaleza o substancia que el Padre.
Negación de la Naturaleza Humana de Cristo
Los gnósticos y algunos otros herejes negaban la naturaleza humana de Cristo. Rechazaban que Cristo fuera un verdadero hombre y sostenían que su cuerpo no era real, sino ficticio, una mera apariencia como un fantasma.
Errores sobre el Modo de Unión de Ambas Naturalezas
Otros erraron sobre cómo se unieron las dos naturalezas en una sola persona:
Nestorianismo
Nestorio enseñó que en Cristo había dos personas, una para cada naturaleza. Consecuentemente, afirmaba que María Santísima no podía ser llamada Madre de Dios, porque solo era madre de la persona humana.
Eutiquianismo
Eutiques profesó el error opuesto, sosteniendo que en Cristo no había sino una sola naturaleza, ya que la naturaleza humana había sido absorbida por la divina.
Las Dos Naturalezas de Jesucristo
En Jesucristo coexisten dos naturalezas perfectas:
Su Naturaleza Divina
Jesucristo es Dios desde toda la eternidad, puesto que es la segunda Persona de la Santísima Trinidad. Es el Verbo eterno que se hizo hombre en la Encarnación.
Su Naturaleza Humana
En la naturaleza humana de Cristo podemos distinguir dos elementos fundamentales:
El Cuerpo de Cristo
El cuerpo de Cristo es:
- Real: Verdaderamente humano.
- Delicado y Perfectísimo: Aunque sujeto al dolor, a las necesidades y a la muerte.
El Alma de Cristo
El alma de Cristo es, como la nuestra, un espíritu creado por Dios para animar su cuerpo.
Facultades Naturales:
- Entendimiento: Estaba dotado de excelentes conocimientos.
- Voluntad Humana: Era perfectísima, dotada de eminente poder de santidad y de perfecta libertad.
Dones Sobrenaturales y Preternaturales:
Cristo estuvo adornado con la plenitud de la gracia, virtudes y dones del Espíritu Santo; y no podía ser de otra manera, dada su unión íntima y personal con la divinidad.
La Unión Hipostática: Noción
La unión de las dos naturalezas en Cristo se denomina unión hipostática o personal, porque ambas están unidas en una sola persona: la del Verbo. Las dos naturalezas de Cristo se mantienen íntimamente unidas, pero sin confundirse; de la misma manera que el cuerpo y el alma en el hombre están en íntima unión, pero sin confundirse el uno con la otra. La unión de las dos naturalezas en Cristo es perpetua.
Consecuencias de la Unión Hipostática
La unión hipostática tiene profundas implicaciones teológicas:
Valor Infinito de Sus Actos
La persona tiene la propiedad de ser el centro de atribución de todos los actos del individuo; de modo que todo lo que este haga se atribuye a su persona. Así, los actos de Jesús, aunque realizados por su naturaleza humana, adquieren un valor infinito por ser actos de la Persona divina del Verbo.
Adoración de Su Humanidad
La humanidad de Cristo merece ser adorada a causa de su unión personal con el Verbo Divino. De este modo, el culto que se rinde a su humanidad se rinde al Hijo de Dios.
Comunicación de Propiedades
La comunicación de propiedades consiste en que puede atribuirse a Cristo Dios lo que es propio de la naturaleza humana; y a Cristo Hombre lo que es propio de la naturaleza divina. Por ejemplo, se puede decir "Dios sufrió" (refiriéndose a Cristo en su humanidad) o "el Hombre-Dios es eterno" (refiriéndose a Cristo en su divinidad).