La Crítica de Nietzsche a la Filosofía Estática: Devenir, Sentidos y la Vitalidad del Cambio
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Egipticismo: La Negación del Tiempo y el Devenir
El egipticismo es la concepción estática, la petrificación y la negación del tiempo. Esta es la crítica dirigida a los filósofos dogmáticos e idealistas platónicos, quienes consideran la realidad como algo ya consumado, sin tener en cuenta que las cosas se están creando y destruyendo. Esta ceguera les lleva a afirmar que solo es lo que está quieto y no deviene; lo que deviene, simplemente, no es. Esta concepción es una cualidad propia de los filósofos occidentales, especialmente los platónicos, que pretenden lo mismo que los antiguos egipcios: negar el cambio, la vejez y la muerte.
Los antiguos egipcios estaban obsesionados por la inmortalidad y construían momias y colosales monumentos funerarios diseñados para desafiar el tiempo y la muerte. Del mismo modo, los filósofos han construido conceptos que son como momias, porque pretenden negar la muerte al atribuirles la eternidad, petrificando así la realidad que es temporal, cambiante, puro devenir.
La Metáfora de la Momia: Conceptos Fijos frente al Devenir
Momificar es interrumpir el proceso natural de corrupción de un cuerpo tras la muerte, detenerlo en su último estado de manera que pueda permanecer fijo e inmutable a lo largo de los siglos venideros e, incluso, para la eternidad. El término metaforiza la postura de los filósofos a lo largo de la historia: han intentado detener, fijar, apresar el devenir de la vida mediante sus conceptos metafísicos.
No han sido capaces de aceptar que en la vida "todo fluye", que su esencia es el cambio, la muerte y la transformación, que los seres somos efímeros, que "nada permanece". Han odiado el devenir y, para contrarrestarlo, han creado ultramundos inmutables y eternos, han deshistorizado la experiencia de la realidad, la han matado, la han disecado. En ello ha tenido un papel importante el lenguaje conceptual, esa construcción humana que no puede expresar, por su carácter fijo, inmutable y universal, la realidad de la vida que es todo lo contrario: solo cambio, transformación, devenir.
El "Pueblo de los Filósofos": La Valoración del Conocimiento Sensible
Con el término "Pueblo de los Filósofos", Nietzsche se refiere a la consideración que el conocimiento sensible merece por parte de los filósofos metafísicos. Estos consideran que aceptar el testimonio de los sentidos es propio del pueblo, de la gente vulgar, de la chusma. Los filósofos dogmáticos se apartan de lo que dice el «pueblo», ya que consideran que el conocimiento superior es el propio de la razón, desvinculado de los sentidos. Es el pueblo el que está equivocado, el que vive en el error porque acepta el testimonio de los sentidos.
Los Sentidos en la Filosofía Nietzscheana: Fuente de Conocimiento Genuino
Para los filósofos dogmáticos, tradicionales o racionalistas, el testimonio de los sentidos es falso. Los sentidos son los responsables del error. El planteamiento de Nietzsche es totalmente opuesto al de los platónicos. El filósofo alemán considera que los sentidos no nos engañan; por el contrario, nos muestran el devenir del ser, el cambio, la pluralidad. No es posible el verdadero conocimiento si prescindimos del testimonio de los sentidos. Por esto, la metafísica, la lógica y las matemáticas no son auténticos saberes o ciencias desde su perspectiva.