La crítica de Nietzsche al platonismo
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Parménides (y Platón) inventaron otro mundo en el que no existía el paso del tiempo ni la muerte y que para ellos era mucho más valioso. Pero para Nietzsche, este tremendo error, que había surgido con Parménides, llevó a Platón a dividir la realidad en dos (lo que llamamos “dualismo ontológico” y Nietzsche llama “platonismo”). Así, Platón introdujo en la cultura occidental el desprecio de todo lo relacionado con los sentidos y el cuerpo y el aprecio de la razón y el alma. Afirmaba que tan sólo había que tener en cuenta lo que descubrimos mediante la razón: el mundo de las Ideas. De modo que todos los filósofos posteriores a Platón (desde Aristóteles hasta Hegel) aceptarían esta división de la realidad, aunque la modificasen y la expresasen con otras palabras. Pues, para todos ellos, está claro que los sentidos nos engañan cuando nos hacen creer que lo que nos muestran es real, impidiendo a la razón conocer el mundo verdadero.
Mientras que Nietzsche propone todo lo contrario: un “platonismo invertido”. Para él, los sentidos no nos engañan sino que debemos basar nuestro conocimiento en ellos y no creer que sea posible conocer la realidad mediante la razón. Por eso, se dice que Nietzsche tan sólo estaba de acuerdo con Heráclito: lo real, para ambos, es el devenir (o cambio constante) de todas las cosas. De modo que Heráclito fue el único filósofo que no traicionó al mundo, porque lo aceptó tal y como es: un continuo cambio.
Finalmente, otra consecuencia de la filosofía de Platón fue la invención del alma y el rechazo del cuerpo. Para él, éramos capaces de conocer las ideas porque nuestra alma había vivido ya en el mundo de las ideas. Decía que “el cuerpo es la cárcel del alma” porque no nos permitía conocer directamente las ideas sino apenas recordarlas. Descartes también dirá que para llegar a conocer la razón de algo de lo que no podría dudar era de la existencia de su alma. Pero para Nietzsche no existe, en contra de lo que decían Platón y Descartes, el alma. El cuerpo es lo único que existe porque es lo único que nos muestran los sentidos. Y, tras esa invención del alma inmortal y ese desprecio de la mortalidad del cuerpo se oculta, para Nietzsche, la invención de otra vida por el desprecio de esta vida, la única vida realmente existente.