Crítica a la Razón Decadente: La Trampa de la Cultura Occidental
Clasificado en Filosofía y ética
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Crítica a la Razón Decadente
La Ilusión del Progreso
La cultura occidental cree que el uso de la razón ha producido el más grande de los progresos. Los hombres, mediante la razón, inventaron el conocimiento y, por ello, se creyeron especiales: el centro del universo. El hombre cae en el antropocentrismo.
Sin embargo, el tiempo demostrará que esa creencia es falsa, pues, igual que otros seres, también los hombres desaparecerán; su conocimiento no les servirá para sobrevivir eternamente. Los hombres no son más que un momento en la eternidad del universo (un minuto de la historia, un hecho insignificante), el cual ya existía y existirá sin su presencia.
La Razón como Compensación
En realidad, la razón es lo que utiliza el ser más débil (el hombre) para compensar su debilidad biológica y poder subsistir. Sin embargo, es mediante la razón con lo que el hombre acaba considerándose como algo especial, mirando con compasión y superioridad a los otros seres.
Del Mito a la Razón: La Búsqueda de la Verdad
Para conseguir el conocimiento se pasó del mito a la explicación racional. Sólo así era posible acceder a la verdad, al conocimiento. Pero ese conocimiento con pretensiones de universalidad (para todos) y necesidad (no puede ser de otro modo) choca con lo que la historia y los sentidos nos ofrecen: todo cambia, nada permanece.
La Engañosa Concepción de la Vida
La razón y el conocimiento, de los que el hombre está tan orgulloso, son los causantes de la engañosa concepción que tenemos de la vida. Aquello por lo que los hombres se sienten tan orgullosos, el conocimiento, es algo que está basado en una falsa creencia, pues no se puede llegar a conocer las cosas; el conocimiento no es más que un invento del hombre para poder sobrevivir.
La Trampa de la Cultura Occidental
La cultura occidental está sustentada en una trampa: nos hace creer que lo que es necesario para una mayoría de humanos es lo verdadero y lo justo. Aquellos hombres incapaces de aceptar el desorden, la diferencia y el caos, son los que por su propia seguridad, por su interés, desprecian y niegan lo sensible (al estar en constante cambio), y construyen un mundo racional (pero irreal) donde todo es inmutable y necesario, y así poder sobrevivir. Ese mundo irreal (producto del miedo a aceptar la vida tal y como se presenta) se hace pasar por racional, convirtiendo lo que es sólo una necesidad vital en una verdad objetiva, neutral, universal.
La Razón: Una Falsificación de la Realidad
La razón -la lógica- se basa en operaciones falsificadoras, es decir, operaciones que no se corresponden con la realidad y que matan la vida. La razón trata lo parecido como si fuera igual, aunque nada hay igual. La razón produce unidad y evita la contradicción, pero la vida (la realidad fluyente, siempre cambiante) está llena de contradicciones y nada igual existe. La razón inventa el orden cuando la realidad es caos, diferencia, diversidad.
Ejemplo de la Falsificación
Así, por ejemplo, la hoja de un abeto, de un olmo y de un pino son muy diferentes entre sí, y, sin embargo, las llamamos igual: “hojas”. Por comodidad, por simplificar la realidad, hemos igualado lo que como mucho sólo es similar. Es mucho más fácil vivir así, aunque, de este modo, no estamos conociendo la realidad, sino creando una ficción. El reducir la realidad a unos pocos conceptos iguales para todos permite alcanzar más seguridad, la convivencia social, la ciencia, pero nada tiene que ver con el conocimiento de lo real. Es sólo una opción vital, la opción por un modelo de vida decadente.
La Voluntad de Poder y la Decadencia
Para Nietzsche lo viviente está dirigido por la voluntad de poder, la cual se expresa en los instintos y pasiones; éstos deben guiar a la razón y ponerla al servicio de la vida. Pretender acallar los instintos y pasiones mediante la razón es síntoma de decadencia vital. Desde que se inició la era de la razón, con Sócrates, la vida ha estado sometida por la razón; que la menosprecia por sus impulsos primarios y más positivos.