La Crítica de Taciano a los Espectáculos Romanos: Violencia y Moralidad en el Imperio
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La Crítica de Taciano a los Espectáculos Romanos
El texto que nos ocupa es un fragmento extraído de Padres Apologistas Griegos (siglo II), redactado por Taciano y editado en Madrid por Daniel Ruiz Bueno. En él, encontramos una profunda crítica hacia los principales espectáculos del Imperio Romano, especialmente la lucha de gladiadores. El autor ataca esta práctica tachándola de ofensiva y violenta, y se pronuncia con dureza contra el pueblo que la apoya y se entretiene con ella.
Contexto Histórico y Social
Este fragmento fue elaborado en Roma, durante el siglo II, época de máximo apogeo de los espectáculos que representaban el grandioso poder del Imperio. Resulta notable que Taciano formule una crítica de esta índole hacia la lucha de gladiadores, cuando la mayoría del pueblo disfrutaba y se entretenía con estos agones. Es posible que el autor percibiera cómo los gobernantes utilizaban este tipo de espectáculos para mantener al pueblo apaciguado y evitar manifestaciones o represalias, un factor que, unido a la extrema violencia y el descaro exhibidos en las luchas, provocó la vehemente actitud de Taciano.
Los Argumentos de Taciano contra los Espectáculos
El autor comienza su exposición describiendo a los propios luchadores, así como los premios que obtenían por combatir violentamente entre sí. No obstante, para Taciano también es crucial destacar que el público se regocija al presenciar estos acontecimientos. Con mayor asombro, menciona que los ricos compran a quienes serán matados, y los pobres se venden para el mismo fin. Esta situación se explica por el contexto de la época, ya que en el Imperio Romano, una vía para conseguir prestigio y alcanzar la libertad era precisamente a través de la lucha de gladiadores. Para muchos, era el único camino hacia la libertad y el reconocimiento, por lo que no resulta extraño que se vendieran para competir en el combate.
Por otro lado, Taciano tacha de asesinos y bandidos a estos gladiadores, además de culpar al agonoteta (el organizador de las luchas) y al propio pueblo, público de semejantes atrocidades. También hace referencia a aquellos que, no pudiendo asistir, se lamentan por no haber visto cómo dos hombres o más se matan entre sí. Hacia el final del texto, observamos cómo Taciano establece una comparativa entre la matanza de animales para subsistir y la de personas, que, según él, satisface el alma derramando sangre humana. Finalmente, "justifica" de alguna manera al salteador, que mata para robar, pero no hace lo mismo con el rico, que compra gladiadores con el único fin de matar.
Conclusión sobre la Postura de Taciano
Una vez leído y comprendido el fragmento, volvemos a reflexionar sobre la actitud de Taciano. En una época del Imperio en la que todos aclamaban los juegos ofrecidos por el Emperador, él es capaz de cuestionar y denunciar estas prácticas, revelando una perspectiva moral y crítica adelantada a su tiempo.