Crónicas Marcianas: El encuentro de la Tierra y Marte

Primera Expedición

Ylla le cuenta a su esposo que soñó con un hombre alto, con uniforme, que venía del tercer planeta (la Tierra). Su marido se enoja y sale de cacería, diciéndole a Ylla que no salga de casa porque iba a ir el doctor Nlle. Mientras ella espera en casa, oye a lo lejos un disparo, lo que la angustia mucho. El señor K finalmente había matado al capitán Nathaniel York cuando aterrizó en su planeta.

Segunda Expedición

El capitán Williams y tres hombres más llegan a Marte en busca de York. Van casa por casa hasta que encuentran a la señora Tít, quien los envía con el señor Aaa. Él los manda con el señor Iii, quien les hace firmar unos papeles y les dice que pasen la noche allí; a la mañana siguiente los recibiría el señor Xxx. Dos de los hombres pasan la noche con unos marcianos un poco raros que decían venir de la Tierra. Allí se dan cuenta de que esos marcianos estaban locos. Los llevan a ver el cohete, y cuando el señor X lo ve, mata a los cuatro hombres pensando que sus alucinaciones lo estaban volviendo loco. Pero al ver que el cohete no desaparece, termina disparándose a sí mismo.

Tercera Expedición

Llegan a Marte diecisiete hombres, de los cuales solo bajan tres: Lusting, John Black y Hinkstan. Van a una casa y preguntan dónde se encuentran, a lo que les responden "Illinois". Cuando preguntan qué año es, les dicen que 1926. Sorprendidos, caminan hacia otra casa. Allí, Lusty se encuentra con sus abuelos, a quienes no había visto más porque habían fallecido. Él les pregunta cuánto tiempo llevaban allí, y la abuela le responde que desde su muerte (30 años). Los hombres vuelven a la nave y la encuentran vacía. Luego se encuentran con los otros tripulantes, que también se habían reencontrado con sus parientes muertos. El capitán se enoja con ellos por haber abandonado la nave, pero se encuentra con su hermano Edward Black, quien había muerto muy joven. Después se encuentra con sus padres y se va con ellos a cenar y luego a dormir. Él piensa que todo es falso, ya que los marcianos, a través de la telepatía, podían transformar su cuerpo en lo que los demás querían. Cuando va a dormir con su hermano, intenta levantarse a tomar agua, pero el "hermano" le dice que en verdad no tiene sed. Al día siguiente, diecisiete fosas nuevas aparecen en el cementerio, donde llevaron a todos los tripulantes asesinados.