El Cuadrado Negro de Malevich: Orígenes, Significado y Legado del Suprematismo
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El «Cuadrado Negro» de Malevich: Un Icono del Arte Moderno
El «Cuadrado Negro» (1915) es la obra más famosa de Kazimir Malevich, tanto histórica como artísticamente, y la pieza con la que fundamentó su propia imagen personal. En 1933, utilizó un pequeño cuadrado negro para firmar un autorretrato convencional, y cuando murió, una versión del «Cuadrado Negro» fue colocada en la cabecera de la cama donde yacía su cuerpo. Con el «Cuadrado Negro», Malevich no buscaba reducir o dar forma a ningún aspecto del mundo natural.
Contexto y Primera Exposición
Se expuso por primera vez en 1915 en la exposición «0.10», conocida como «La última exposición futurista». Malevich la consideró futurista porque estas pinturas trasladaban las preocupaciones técnicas del Cubismo desde el mundo pictórico convencional de naturalezas muertas, figuras y paisajes a un universo explícitamente más moderno de alzados urbanos y máquinas veloces.
Influencias y Orígenes Teatrales
Entre 1912 y 1913, Malevich pintó cuadros con formas simplificadas y efectos metálicos que se asemejaban al estilo futurista. En 1913, tras asistir al Primer Congreso de los futuristas de toda Rusia, concibió la idea de crear un teatro futurista. Durante ese mismo año, colaboró en «La victoria sobre el sol», una ópera que se estrenó a finales de ese año. El estilo del proyecto era marcadamente moderno, caracterizado por su antinaturalismo. En sus diseños para los escenarios y el vestuario, Malevich empleó un vocabulario formal cubo-futurista, coherente con el estilo moderno de sus cuadros. Los trajes incluían numerosas alusiones a cuadrados negros, y el telón de fondo adoptaba el formato global de una perspectiva en forma de caja, que enmarcaba una ventana. En uno de sus bocetos, el cuadrado estaba dividido diagonalmente, simbolizando la intrusión de la oscuridad y la victoria de la fortuna sobre el sol. Aunque no se conserva ninguno de los bocetos finales, es plausible suponer que la ventana cuadrada pudo haber sido representada completamente negra.
El «Cuadrado Negro» en la Exposición 0.10
Una fotografía de la instalación de la exposición «0.10» revela que el «Cuadrado Negro» fue colgado en una esquina de la sala, una posición tradicionalmente asociada con los iconos religiosos en interiores domésticos. Esto sugiere que Malevich expuso más de un cuadrado negro, ya que se sabe que pintó al menos tres versiones de la misma obra.
Del Teatro al Suprematismo: Una Nueva Estética
La idea del «Cuadrado Negro» surgió, de forma sustancial, del diseño escenográfico de finales de 1913. Con el tiempo, lo que había comenzado como una solución teatral, se transformó en la obra fundacional de una estética global que Malevich denominó Suprematismo.
Principios del Suprematismo
Malevich concibió el Suprematismo como el último escalón de un desarrollo progresivo que se iniciaba en el «arte de los salvajes». En su camino hacia este estilo, abandonó el futurismo y aspiró a la representación del mundo sin objetos a través de formas geométricas consideradas "absolutas", como el círculo, el cuadrado y el triángulo, utilizando colores planos (generalmente primarios, gamas intermedias, blanco y negro). Para Malevich, el valor de una obra no residía en la representación o la objetividad, sino en el sentimiento expresado. Se trata de un arte no-objetivo, centrado únicamente en la sensación pura.
Antecedentes y Legado del Movimiento
El Suprematismo tiene sus antecedentes en el Cubismo y surgió paralelamente al Constructivismo. A diferencia del Cubismo, se caracteriza por ser una corriente de arte no figurativo y de la abstracción moderna. Este movimiento se desarrolló entre 1913 y 1923 y ejerció una fuerte influencia en el diseño y en el arte occidental.
Citas Célebres de Malevich
- Malevich afirmó: «Me he transfigurado en el cero de las formas y me he desquitado de toda la porquería del arte académico».
- También declaró: «Me he transfigurado en el cero de las formas y he ido más allá del 0-1».
- Y sentenció: «El cuadrado es el icono de nuestro tiempo».