Cuba y Filipinas: Auge del Independentismo y Conflicto con España
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Cuba: La Perla de las Antillas en la Lucha por la Independencia
Tras la Paz de Zanjón, los cubanos esperaban que la Administración española implementara reformas que les otorgaran los mismos derechos de representación política en las Cortes que los españoles peninsulares. Siguiendo el modelo bipartidista de la península, se crearon el Partido Autonomista y la Unión Constitucional. El Partido Liberal de Sagasta se mostró favorable a introducir mejoras en la isla, llegando a concretar la abolición formal de la esclavitud. Sin embargo, la ineficacia de la administración para introducir reformas en la colonia estimuló el independentismo. En 1893, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano. El independentismo aumentó rápidamente su base social y contó con el respaldo de caudillos revolucionarios como Máximo Gómez. En 1891, el Gobierno español impuso una tarifa arancelaria para los productos importados a la isla que no procediesen de la península. El presidente norteamericano William McKinley manifestó su protesta y amenazó con cerrar el mercado estadounidense si el Gobierno español no modificaba su política arancelaria en la isla.
La Gran Insurrección
En 1879, se produjo la llamada Guerra Chiquita. La sublevación de los mambises fue derrotada al año siguiente por la falta de apoyo. Pocos años después, el Grito de Baire dio inicio al levantamiento generalizado. La rebelión comenzó en el este de la isla, pero se extendió rápidamente a la zona occidental, donde se encontraba la capital, La Habana. Cánovas mandó al general Martínez Campos, quien entendía que la pacificación de la isla requería una fuerte acción militar acompañada de un esfuerzo político de conciliación con los sublevados. Martínez Campos no consiguió controlar la rebelión y fue sustituido por Valeriano Weyler, quien propuso una férrea represión. Weyler organizó concentraciones de campesinos, impidiendo su contacto con los combatientes. Tras el asesinato de Cánovas, Weyler fue destituido y se encargó el mando al general Blanco, cuya estrategia era de conciliación. Blanco decretó la autonomía de Cuba y el sufragio universal masculino, pero llegó demasiado tarde. Los independentistas, con el apoyo estadounidense, se negaron a aceptar el fin de las hostilidades.
El Levantamiento en Filipinas
En 1896, se produjo una rebelión en la isla de Filipinas. El independentismo fraguó en la formación de la Liga Filipina, fundada por José Rizal, y en la organización clandestina Katipunan. El nuevo gobierno liberal nombró capitán a Fernando Primo de Rivera, quien promovió la negociación indirecta con los principales jefes de la insurrección, logrando una pacificación momentánea del archipiélago.
La Intervención de Estados Unidos
El interés de Estados Unidos por Cuba había llevado a realizar diferentes proposiciones de compra de la isla, que España había rechazado. La ocasión para intervenir en la guerra la dio el incidente del acorazado Maine, cuya explosión se atribuyó falsamente a agentes españoles. Estados Unidos envió un ultimátum que España negó cualquier vinculación con el incidente y rechazó, sabiendo su inferioridad militar. Decidieron luchar en la Batalla de Santiago, con barcos desvencijados contra modernos navíos. Estados Unidos derrotó otra escuadra española en Filipinas en la batalla de Cavite. En 1898, se firmó la Paz de París. España se comprometía a abandonar Cuba, Puerto Rico y Filipinas.