El Cuerpo y el Alma en la Filosofía: Perspectivas Históricas desde Platón hasta la Teología Medieval
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La Reflexión sobre el Cuerpo en la Historia de la Filosofía
La antropología filosófica es una rama esencial de la filosofía que busca explicar qué es el ser humano y estudia los aspectos clave que nos caracterizan. Desde Platón hasta Tomás de Aquino, se extiende un vasto periodo en el que el ser humano es concebido como un ser intermedio, compuesto por dos realidades fundamentales:
- El soplo divino del alma: una entidad inmaterial e inmortal.
- La pesada carga del cuerpo material: una realidad que, en muchas concepciones, debe estar subordinada al alma.
El Dualismo Platónico: El Cuerpo como Prisión del Alma
Para Platón, el cuerpo es algo ajeno al verdadero ser humano. Lo concibe como una cárcel y una tumba que le impide al alma su proceso de conocimiento. En esta visión, la filosofía consiste en apartarse del cuerpo y sus tendencias materiales para alcanzar la verdad.
El Mito del Carro Alado ilustra cómo el alma humana participa, por una parte, de la excelencia de la naturaleza divina y, por otra, de la naturaleza material y pasional. Este mito también busca explicar la tensión inherente entre la razón y el deseo, donde este último debe estar subordinado a la razón para lograr la armonía.
Por su parte, la Teoría de la Reminiscencia postula la inmortalidad del alma y, crucialmente, su preexistencia. Según Platón, el alma existe antes del cuerpo, el cual le es asignado de manera fortuita para que pueda experimentar una existencia humana.
El Hilemorfismo Aristotélico: Unidad Sustancial de Cuerpo y Alma
Según Aristóteles, en primer lugar, somos materia o cuerpo, un aspecto positivo e inseparable del ser. A diferencia de Platón, para Aristóteles, el cuerpo y el alma no son entidades separables, sino elementos indisolubles que constituyen una unidad sustancial, tanto en el ser humano como en el resto de los seres vivos.
Para Aristóteles, el alma es la forma del cuerpo, es decir, el principio vital que organiza y da sentido a la materia. Distingue tres tipos de almas, según los distintos tipos de vida:
- Alma vegetativa: presente en plantas, responsable de la nutrición, crecimiento y reproducción.
- Alma sensitiva o animal: presente en animales, añade a las funciones vegetativas la percepción, el movimiento y el deseo.
- Alma racional o humana: exclusiva del ser humano, incorpora la capacidad de razonamiento y pensamiento.
La Teología Medieval: El Cuerpo como Creación Divina
La teología medieval introduce un sistema de pensamiento profundamente teocéntrico, donde la creencia fundamental se centra en un Dios personal, salvador y resucitado. En esta cosmovisión, el ser humano es concebido como una criatura de Dios y, por ende, subordinado a Él.
A diferencia de algunas interpretaciones platónicas, el cuerpo es considerado algo positivo, pero solo en la medida en que es una creación divina. Además, la doctrina cristiana sostiene que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo y que resucitará junto al alma después de la muerte, lo que le confiere una dignidad escatológica.