El Cuerpo como Alter Ego: Transformación y Percepción Individual
Clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 3,1 KB
El concepto del cuerpo alter ego emerge en la edad de crisis, ya sea de pareja, familia o en la llamada “multitud solitaria”. En este contexto, el cuerpo se convierte en un espejo, un reflejo de uno mismo. Cuando el código social se desintegra, el individuo se ve impulsado a explorar su cuerpo y sus sensaciones como un universo en constante expansión, una vía para la trascendencia personal.
Al distanciarse de lo social, el individuo adquiere un mundo portátil que necesita ser seducido y explorado sin límites: el cuerpo elevado a alter ego. El cuerpo muta y asume el rol de la persona, mientras que esta última actúa como piloto. Este cambio del cuerpo objeto al cuerpo sujeto se alinea con la noción de alter ego, una persona completa y, a la vez, un espejo que se remite a sí mismo.
El individuo se convierte en su propia copia, su eterno simulacro, a través del código genético presente en cada célula. La personalidad completa del sujeto reside, potencialmente, en el gen. La relación dual del cuerpo-sujeto establece prioridades, ya que actuar sobre uno genera consecuencias en el otro, difuminando la percepción de la unidad del sujeto.
La Bioenergía y la Transformación Personal
Según Lowen, la bioenergía postula que “los cambios de personalidad están condicionados por los cambios de las funciones fisiológicas”. Reducir al ser humano a un efecto del cuerpo fomenta la idea de que un simple masaje o ejercicio respiratorio pueden alterar la existencia del sujeto. La premisa es: cambiar el cuerpo para cambiar la vida.
Un ejemplo de este cambio de actitud se observa en Jerry Rubin, quien, buscando vivir plenamente y evitar enfermedades, modificó su dieta y adoptó suplementos naturales. Él mismo afirmó: “Me ocupo de mi cuerpo como de si fuese de una revolución”. El cuerpo se cuida como una máquina de la que se busca un rendimiento óptimo. La dietética se convierte en otra forma de intervención personal, con comidas para mantenerse en “forma” y productos “orgánicos”.
El cuerpo se asimila gradualmente a una máquina que requiere mantenimiento. El paradigma del cuerpo confiable y vital es, curiosamente, el de una máquina bien cuidada, un objeto del que se busca obtener los mejores resultados. Al ser percibido como un sujeto interior, un alter ego, es posible hablarle al “cuerpo”, mimarlo, explorarlo como un territorio a conquistar o una persona a seducir. El cuerpo se convierte en una propiedad primordial, objeto y sujeto de atención y cuidado. Se busca mantener el “capital” salud y hacer prosperar el “capital” corporal a través de la seducción, manteniendo la juventud y el buen estado.
El Dualismo y la Psicologización de la Materia
La pasión por el cuerpo modifica el contenido del dualismo sin alterar su forma. El cuerpo alter ego no cambia la falta de simbolización del cuerpo, sino que la evidencia de otra manera. Al psicologizar la materia y hacerla más habitable, se añade un suplemento de alma, favoreciendo la instauración de un soporte de relación con el otro.