Cuidado y Bienestar Infantil: Hábitos de Higiene y Sueño Saludable

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El desarrollo para la adquisición de la higiene personal en la etapa infantil evoluciona en diferentes fases, que dependen en gran parte de la evolución del niño:
  • Fase pasiva: La persona adulta debe realizar todas las actividades de higiene en el recién nacido, ya que todavía no es capaz de atender por sí mismo ninguna de sus necesidades.
  • Fase de colaboración: El niño comienza a participar en su higiene. En los primeros periodos, la persona adulta es la que se hace cargo de la higiene, ayudada por el niño y la niña; más adelante es el propio niño el que la lleva a cabo y el adulto le ayuda.
  • Fase activa: El niño llega a la independencia progresiva de las tareas de higiene personal, aunque en principio es necesario que las haga bajo vigilancia por parte del adulto.

Higiene Corporal de los Bebés

Las principales actividades relacionadas con la higiene son: el baño y los cuidados específicos de zonas concretas.

El Baño del Bebé

El baño debe considerarse una rutina diaria. Es fundamental que el bebé esté limpio y cómodo, ya que una higiene adecuada es la mejor garantía contra las infecciones de la piel.
La piel del bebé es muy fina y sensible, y todavía no es una barrera eficaz contra los agentes externos. El pH cutáneo es neutro al nacer y se va haciendo ácido de manera progresiva. Además, no segrega suficiente grasa y sudor, con lo cual la epidermis y la película protectora de la piel no están suficientemente lubricadas.
Para que el baño forme parte de la rutina, es conveniente que tenga lugar cada día a la misma hora. Si el bebé es inquieto, será mejor bañarlo por la noche para que la relajación y la tranquilidad del baño le ayuden a dormir.

Requisitos para el Baño del Bebé

  • El lugar donde se realice el baño no debe estar expuesto a corrientes de aire y su temperatura debe estar entre 21 - 24ºC para los recién nacidos, y entre unos 20 - 22ºC para los bebés de más de seis semanas.
  • Tener preparado todo el material necesario antes de empezar, de modo que no haya que dejar después al bebé en ningún momento: jabón suave especial, esponja natural de uso exclusivo, champú infantil, crema o aceite corporal, toalla, pañal y ropa para vestirlo.
  • La bañera debe ser adecuada y el agua debe estar tibia, a unos 32 - 36ºC; nunca debe superar la temperatura corporal de 37ºC. Para ello se suele utilizar un termómetro de baño; en caso de no disponer de este, comprobar la temperatura del agua sumergiendo un poco el codo.

Procedimiento para el Baño del Bebé

  1. Comprobar la temperatura del agua de la bañera.
  2. Desnudar al niño o niña, limpiando la zona del pañal.
  3. Meter al niño o niña en la bañera: para ello, hay que sostenerle la cabeza, la nuca y los hombros con un brazo, colocando la mano bajo sus hombros, y con la otra mano sujetamos las nalgas, pero quedando libre. Vamos poco a poco introduciendo al bebé en el agua para que se adapte a la temperatura de la misma. En la bañera, la cabeza y los hombros deben permanecer fuera del agua. La mano libre se utiliza para realizar el aseo.
  4. Siempre debemos lavar al bebé de arriba abajo, echándole agua por la cabeza y por todo el cuerpo, con la esponja o las manos.
  5. Lavarle la cabeza, con poca cantidad de champú y enjuagarle bien, teniendo la precaución de que el jabón no le entre en los ojos.
  6. Limpiar los ojos, la cara y las orejas con una gasa húmeda. Arrastrar la suciedad desde el ángulo interno del ojo hacia el externo. Posteriormente, lavarle la cara solo con agua y las orejas.
  7. Lavar el cuello, tronco, extremidades y genitales con o sin esponja. Lavar y enjuagar de arriba hacia abajo.
  8. Sacarle de la bañera y colocarle sobre una mesa auxiliar / cambiador con una toalla. El baño no puede sobrepasar los 10 minutos. El secado ha de realizarse con movimientos suaves para no irritar la piel, poniendo especial cuidado en los pliegues cutáneos. Los oídos se secan con un algodón, girándolo suavemente. No se aconseja el uso de bastoncillos porque pueden producir lesiones.
  9. Aplicar crema o aceite, vestirle y peinarle con un cepillo suave.

Cuidados Específicos del Bebé

Los cuidados específicos hacen referencia al cuidado del cabello, orejas, nariz, boca y uñas.

Higiene del Cabello del Bebé

Se completa por medio del cepillado, peinado y lavado con agua y un jabón adecuado. En el caso de los bebés, su lavado puede realizarse todos los días. Es necesario hacerlo con suavidad, sobre todo durante los primeros meses, ya que las fontanelas se están cerrando y la zona está todavía blanda.

Higiene de los Oídos del Bebé

Aprovechar la hora del baño. Siempre con una tela suave, como una gasa o toallita húmeda, para limpiar los pabellones exteriores, siguiendo bien todos los pliegues y la zona de detrás. Nunca se debe escarbar el interior del oído con bastoncillos de algodón.

Higiene de los Ojos del Bebé

En el caso de los bebés se realizará con una gasa empapada en agua estéril y siempre desde el ángulo interno al ángulo externo del ojo.

Higiene de la Nariz del Bebé

Es importante porque los recién nacidos y lactantes pequeños respiran obligatoriamente por la nariz. Cuando el bebé tiene la nariz congestionada, se pueden utilizar aspiradores nasales. En caso de obstrucción persistente, se pueden hacer lavados con suero fisiológico, echando unas gotas en cada una de las fosas nasales; es recomendable hacerlo unas horas antes de comer.

Higiene de Uñas del Bebé

Es importante que el bebé tenga las uñas cortas para que no pueda arañarse la cara. Para cortarlas, hay que usar tijeras de punta roma y cortar con cuidado, siguiendo la línea natural de la uña. Comienzan a cortarse a partir de los 15 o 20 días. En el caso de las uñas de los pies, se deben cortar en línea recta, evitando cortar los extremos para que no se encarnen. El mejor momento para ello es después del baño, ya que el bebé tiene las uñas más blandas y está relajado.

El Cambio de Pañales

El lugar debe estar lo suficientemente caliente; recuerda que los bebés no tienen la misma capacidad que los adultos para regular su temperatura y, durante cuidados prolongados, pueden coger frío.

Proceso del Cambio de Pañal

  1. El cambiador debe llegar a la altura de la cadera, medir unos 70 cm de profundidad y unos 80 cm de ancho.
  2. Un buen momento para cambiar el pañal es después de las tomas de leche, porque el hecho de beber estimula el reflejo de micción y favorece que los bebés hagan pis o caca a la hora de comer. No obstante, siempre que el pañal esté mojado o sucio se debe cambiar.
  3. Debemos tener a mano todas las cosas necesarias.
  4. Para quitar el pañal, elevamos las piernas del bebé con una mano y con la otra maniobraremos. Podemos doblar el pañal para evitar que el bebé se ensucie.
  5. Limpiamos los genitales siempre de arriba abajo. Esto previene infecciones por contacto con las heces.
  6. Es necesario secar bien.
  7. El bebé puede presentar alguna rozadura. En ese caso, administraremos la crema que haya indicado el pediatra.
  8. Para poner el pañal, volvemos a elevar las piernas del bebé con una mano y con la otra le colocamos el pañal desplegado bajo el culete. Le bajamos las piernas, manteniéndolas abiertas, y apoyamos la parte delantera del pañal sobre su estómago. Por último, cerramos las cintas adhesivas por delante, procurando que quede bien fijo sin apretar la cintura.

Higiene Corporal de los Niños

En la fase de colaboración, el niño participa cada vez más en la satisfacción de sus necesidades básicas. Sin embargo, es crucial establecer una serie de medidas y procedimientos relacionados con la higiene.

Baño y Ducha en la Infancia

Para lavar el cuerpo del niño, se recomienda usar agua y jabones neutros o cremas, según el tipo de piel (grasa o seca). Es fundamental utilizar productos no agresivos que no alteren el pH de la piel ni la producción de grasas de las glándulas protectoras de la epidermis y el cuero cabelludo.
El baño diario seguirá siendo la forma más importante de garantizar la higiene de la piel, pero con pequeñas variaciones. Cuando el niño empiece a mantenerse sentado, se le puede bañar en una bañera más grande. En este momento, el baño se convierte en un momento de juego y se puede aprovechar para darle una esponja y animarlo a lavarse solo. En esta fase deben extremarse las precauciones y en ningún caso se debe dejar solo al niño en la bañera, ya que se puede resbalar y darse un golpe o ahogarse.
Hacia los tres o cuatro años, cuando ya se ha alcanzado la estabilidad motora, la actividad del baño se puede transformar en ducha. En un principio, el pequeño necesitará ayuda y recomendaciones, pero una vez asimiladas las normas básicas, será capaz de ducharse solo.

El Cabello en la Infancia

Es conveniente establecer la periodicidad del lavado del cabello según las necesidades personales, aunque se aconseja hacerlo 2-3 veces por semana a partir de los 1-2 años.
Para lavar el cabello, hay que frotar la raíz suavemente con las puntas de los dedos, nunca con las uñas. Después, es crucial aclararlo abundantemente para que no queden restos de champú, y hacerlo con cuidado para evitar que el jabón caiga en la cara del niño. Tras el lavado, secar el pelo.

Los Dientes en la Infancia

Se recomienda empezar a cepillarse los dientes a partir de los 18 meses, utilizando un cepillo pequeño con cerdas muy suaves y puntas redondeadas; conviene cambiarlo cuando pierda su forma. Para la limpieza dental, se deben realizar movimientos pequeños y circulares. Posteriormente, el enjuague requerirá la supervisión de un adulto hasta los 7-8 años, debido a la tendencia a tragar parte del dentífrico.

Las Uñas en la Infancia

Es importante que los niños tengan las uñas cortas y limpias. Para limpiarlas, usar agua y jabón, y cortarlas con frecuencia. Las uñas deben cortarse siguiendo las indicaciones mencionadas anteriormente.

Las Manos en la Infancia

Las manos son uno de los vehículos más importantes de transmisión de infecciones. El lavado de manos debe realizarse, según la OMS, siguiendo estas premisas:
  • Lavarse las manos solamente con agua no es suficiente; el uso de jabón asegura la desinfección y previene infecciones cutáneas, infecciones oculares, parásitos intestinales, etcétera.
  • Debemos lavarnos las manos con jabón después de usar el baño o antes de comer.

Vestido y Calzado Infantil

El Vestido

Los niños deben llevar ropa cómoda, no muy ajustada, de fácil lavado y adecuada para cada situación y momento del día. Es preferible elegir prendas anchas y cómodas para que el pequeño pueda moverse con facilidad.
La ropa interior debe ser holgada y confeccionada con telas permeables que absorban la transpiración. Se aconsejan las de lana para el invierno y las de algodón o hilo para el verano. No son recomendadas las prendas interiores confeccionadas con materiales sintéticos, porque no absorben el sudor. Para dormir, tendrán que utilizar ropa amplia y diferente a la usada durante el día.
El niño tardará un tiempo en desarrollar la coordinación necesaria para vestirse solo, pero a los 18 meses ya intentará, aunque solo sea subirse los calcetines. Tanto padres como educadores deben animar a los niños a que intenten vestirse o desvestirse, ya que es una señal de su creciente independencia y madurez, además del desarrollo de su coordinación.

Consejos para el Cambio de Ropa

  • La temperatura del cuarto donde se vista al bebé debe ser cálida, evitando zonas muy calurosas o frías y las corrientes de aire.
  • Se debe colocar al bebé sobre una superficie plana y firme.
  • Tener todo al alcance de la mano para evitar dejar al bebé solo.
  • Es probable que el bebé llore y se agite por el cambio de temperatura y la manipulación.
  • Se le puede ofrecer un juguete o distraerle hablándole, cantándole, etcétera.
  • Una vez colocado el pañal, la primera prenda que se le debe poner es el body y la camiseta; es importante que tenga un escote ancho para que la cabeza pueda pasar con suavidad. Posteriormente, los brazos, teniendo cuidado con las muñecas. La siguiente prenda será el pantalón, de igual modo.
  • Hacia el final del primer año ya habrá adquirido la capacidad de colaborar.

El Calzado

Los zapatos no son del todo necesarios hasta que el niño o niña camine, ya que los huesos de los pies son blandos y flexibles.

Calzado hasta los 6 meses

El calzado para el recién nacido, y hasta los 6 meses aproximadamente, debe ser liviano, cómodo y aireado. Son ideales los confeccionados con tela o lona. La suela debe ser lo más delgada y lisa posible para que no moleste ni roce la planta del pie.

Calzado entre los 6 y 9 meses

En el periodo que va entre los 6 y 9 meses, dependiendo del desarrollo propio de cada bebé, es conveniente utilizar zapatos de tejidos suaves y con tratamientos hipoalergénicos.

Calzado a partir de los 9 meses

A partir de los 9 meses, los zapatos tienen una nueva característica: una suela más hormada y de base antideslizante.

Calzado a partir de los 12 meses

A partir de los 12 meses, cuando el bebé camine, los zapatos deben tener aireación, suelas gruesas (pero no demasiado altas o con tacos), deben ser antideslizantes y de un peso moderado; además, se recomiendan materiales naturales para su confección y un buen contrafuerte para dar estabilidad y firmeza a los pies.

Trastornos Relacionados con la Higiene

Dermatitis del Pañal (Eritema)

Es una irritación, enrojecimiento y, a veces, inflamación de la zona cubierta por el pañal, causada por la humedad excesiva, el roce y la acción de la orina y las heces.
Suele afectar a los genitales, glúteos, zonas perineales y pliegues internos de los muslos, al ser las partes más expuestas y mantenerse cálidas y húmedas.
Suele aparecer entre los seis y doce meses debido a la acción conjunta de la humedad, la oclusión, los movimientos y roces, y la variación del pH de la piel. La piel se deteriora, llegando en algunos casos a agrietarse, lo cual puede producir sangrado.

Medidas Preventivas de la Dermatitis del Pañal

  • Higiene y limpieza de las zonas afectadas con jabón neutro.
  • Cambios frecuentes de pañal.
  • Es aconsejable dejar al niño sin pañal cierto tiempo.
  • Aplicación de cremas adecuadas.

Helmintiasis

Es una enfermedad producida por diversos parásitos (los más comunes son las tenias y los oxiuros) que se incuba y desarrolla en el intestino, produciendo picor, prurito e irritación en la zona anal.
Las causas son diversas: falta de limpieza e higiene, particularmente de las manos y las uñas; contacto con aguas, alimentos y animales infectados. Se transmite por vía oral al ingerir alimentos o al manipular la boca con las manos, y también por contacto con ropa contaminada. Los insectos, en algunos casos, actúan como agentes transmisores.
Se previene manteniendo el aseo y la higiene del niño, cuidando especialmente la limpieza corporal y, sobre todo, la limpieza de las manos.

Onicofagia (Morderse las Uñas)

Es el hábito más o menos consciente de morderse las propias uñas. En muchas ocasiones, este hábito se extiende a morder las cutículas de las uñas o las yemas de los dedos. Este hábito se origina por estados de nerviosismo, problemas familiares y ansiedad. Comienza aproximadamente a partir de los 4 años.
Como recomendación, es importante explicarles la importancia de las uñas e insistir en la adopción de buenos hábitos.

Pediculosis (Piojos)

Es una afección de la piel originada por la infestación con el piojo humano. El piojo es un diminuto insecto con patas especiales que le permiten adherirse fuertemente al pelo; su boca es característica, con la que succiona la sangre al picar. Su reproducción es muy rápida y es un insecto prolífico.
Se manifiesta por un picor casi constante en la cabeza, especialmente detrás de las orejas y en la nuca. Este picor, ocasionado por las picaduras de los piojos, provoca una sensación de irritabilidad que obliga al niño a rascarse frecuentemente.
El contagio tiene lugar, además del contacto personal, por el intercambio de peines, cepillos, ropa, juguetes y baños en piscinas.
Se debe revisar la cabeza del niño para descubrir si hay liendres o piojos. El tratamiento se basa en lociones y cremas que contienen como principio activo la permetrina, siguiendo las pautas establecidas para estos casos. Una vez eliminados los piojos y las liendres, es necesario despegarlas del pelo.
Los utensilios deben limpiarse; para ello, puede utilizarse vinagre o sumergirlos en agua caliente, preferiblemente hirviendo.

Caries Dental

La caries es la afectación progresiva de un diente que comienza con la desaparición del esmalte, dejándolo totalmente desprotegido y al alcance de los gérmenes que habitualmente residen en la boca. Se produce por la unión de distintos factores:
  • Malos hábitos dietéticos y mala higiene dental.
  • Insuficiente cantidad de flúor en el agua de bebida.
  • Predisposición individual.

Muguet o Candidiasis del Pañal

Es otro tipo de alteración relacionada con el pañal y consiste en una infección por hongos que también puede presentarse en la boca y en la zona genital.
Cuando se presenta en la boca, provoca la aparición de placas blanquecinas con una base roja en el interior de las mejillas, el paladar, la lengua y los labios. Estas placas tienen el aspecto de leche cortada, por lo que a veces no se identifica de inmediato. Un síntoma muy notorio es que el bebé suele rechazar cualquier alimento porque el contacto le produce dolor.
Puede manifestarse entre los 7 y 10 días siguientes al nacimiento. Los bebés también pueden adquirir esta infección de la madre durante el parto o al darle el pecho.
Para comprobar si se trata de este trastorno, puede pasarse por la lengua del bebé una gasa estéril humedecida en agua caliente; si los puntos blancos persisten, se confirma el trastorno.
Cuando se produce en la zona genital, el enrojecimiento es muy parecido al de la dermatitis del pañal. En este caso, se necesitará la ayuda de un pediatra para que administre el tratamiento más adecuado.

Trastornos de Eliminación

Enuresis

Es un trastorno de la eliminación de la orina que consiste en la micción involuntaria y habitual (consciente si se trata de enuresis diurna) a partir de la edad en que, generalmente, se considera que el niño debe controlar el esfínter urinario. Esta edad se sitúa entre los tres y cinco años.
La enuresis nocturna se define de forma similar, con la diferencia de que el niño no es consciente y la edad de aparición puede ser más tardía. Frecuentemente, el niño que padece enuresis nocturna controla perfectamente la micción durante el día.

Factores que Pueden Provocar la Enuresis

  • Cambio en las situaciones familiares y en el entorno del niño.
  • Hiperactividad de los niños.
  • Excesiva relajación de los niños cuando duermen, que les impide detectar la necesidad de orinar.
  • Retraso madurativo, no patológico, que impide todavía poder controlar su micción.
  • Programación incorrecta por parte de los adultos del inicio del control.

Recomendaciones para Padres y Educadores ante la Enuresis

Los padres y educadores deben observar una serie de indicaciones que pueden ayudar a esta tarea y facilitarla. Es conveniente acostumbrar al niño a:
  • Orinar antes de acostarse.
  • No beber excesivos líquidos por la tarde-noche.
  • Recibir felicitaciones por los éxitos conseguidos y no castigos en las incidencias.
  • Colaborar en las tareas originadas por este trastorno (referentes a su ropa y a la ropa de la cama).
  • Dormir sin pañales.

Encopresis

Es un trastorno de la defecación que consiste en la evacuación involuntaria o, a veces, voluntaria y repetida, en momentos y lugares no apropiados, a partir de la edad en que generalmente se considera que el niño debe controlar el esfínter. Esta edad se sitúa entre los cuatro o cinco años.

Factores que Influyen en la Encopresis

La aparición de la encopresis puede estar ocasionada por diferentes causas y son variados los factores que influyen:
  • Programación incorrecta por parte de los adultos del inicio del control del esfínter.
  • Cambio de situaciones familiares y en el entorno del niño.
  • Llamadas de atención.
  • Hiperactividad y ansiedad de los niños.
  • Estreñimiento o dolor y temor por la defecación.
Es necesario resaltar que la encopresis origina en el niño sentimientos de vergüenza, baja autoestima y culpabilidad. La incidencia de este trastorno es más frecuente en niños que en niñas.

Posturas para Dormir

Dormir Boca Arriba

El peligro de muerte súbita se reduce en gran medida acostando al lactante boca arriba. Una vez que el bebé tiene la edad suficiente para cambiar de postura por sí solo, hay que continuar acostándolo boca arriba, sin preocuparse si más tarde se da la vuelta. No es necesario colocarlo boca arriba a lo largo de la noche.

Dormir Boca Abajo

En esta posición, el peligro de asfixia por aspiración de vómitos era la principal causa para aconsejar la postura boca abajo, aunque luego se ha demostrado que esta posición resulta más peligrosa para el lactante dormido. Además, esta postura registra más probabilidades de que ocurra una muerte súbita.

Dormir de Lado

Dormir sobre el costado es más seguro que hacerlo boca abajo.

Trastornos Relacionados con el Sueño y el Descanso

Disomnias

Son trastornos que afectan a la cantidad, calidad y el horario de sueño. En muchos casos, se deben a causas externas y físicas, y se manifiestan en llantos y problemas para conciliar el sueño. La disomnia más frecuente en la etapa infantil es el insomnio.

Insomnio Infantil

Es la dificultad del niño para irse a dormir o la tendencia a despertarse varias veces durante la noche. Como aspectos característicos destacan:
  • Rechazo a irse a la cama por distintas causas.
  • No poder dormir por sí solo.
  • Despertarse varias veces durante la noche y despertarse temprano.

Narcolepsia Infantil

Son ataques de sueño inesperados que el niño no puede controlar, ya que puede quedarse dormido ante cualquier tipo de situación.

Apnea del Sueño Infantil

Provoca que el niño se despierte frecuentemente, duerma con la boca abierta, ronque o incluso que llegue a tener pausas respiratorias de más de diez segundos. La causa suele ser el aumento de tamaño de las amígdalas y adenoides en las vías respiratorias superiores, provocado por infecciones. Entre los 3 y los 6 años es la edad en la que suelen surgir estos problemas.

Despertares Nocturnos Infantiles

Esta alteración se da cuando el niño mayor de 4 años se despierta por la noche y luego no es capaz de conciliar el sueño.

Parasomnias

Son trastornos del sueño caracterizados por eventos o conductas anormales asociadas al sueño. Se producen al inicio, durante el sueño y al despertar, y se centran en la alteración en sí, no en su efecto en el dormir o el despertar. La edad de mayor incidencia es entre los tres y los seis años.

Terrores Nocturnos

Son alteraciones del sueño en las que el niño se despierta, a las pocas horas de acostarse, gritando y llorando de forma angustiosa, con expresiones de miedo en el rostro, palidez, etc.
Se producen en el sueño profundo, de ahí que los niños no puedan recordar qué les provoca el terror. Esta alteración se da frecuentemente entre los 2 y 5 años, para después ir desapareciendo progresivamente.
En estos casos, no hay que intentar despertar al niño si sigue dormido; se debe intentar tranquilizarlo y pronto volverá a dormirse.

Pesadillas Infantiles

Son sueños desagradables muy intensos que producen fuertes sensaciones de miedo, terror y ansiedad. Se consideran pesadillas cuando el niño se despierta por la noche con terror y es capaz de relatar lo sucedido.
Estos sueños tienden a relacionarse con historias o hechos que han escuchado o sucedido durante el día y que les hayan impresionado de algún modo.
Las pesadillas se producen durante el sueño REM y son frecuentes en la segunda mitad de la noche, es decir, más próximas a las últimas horas de descanso.

Sonambulismo Infantil

Es una alteración que aparece en el sueño profundo y que consiste en la ejecución automática de conductas o actividades aprendidas durante el día mientras se está profundamente dormido, lo que explica que se actúe de forma torpe e incongruente.
El niño tiene los ojos abiertos y fijos, siendo capaz de inspeccionar el ambiente y evitar los objetos a su paso.
Los episodios suelen durar desde unos segundos hasta veinte minutos. Se desconoce la causa, aunque son frecuentes en niños cuyos progenitores tienen antecedentes. Es importante no despertar nunca al niño, sino hablarle suavemente, acompañarle hasta la cama y acostarle de nuevo.

Somniloquio (Hablar Dormido)

Es un tipo de parasomnia que consiste en hablar, gritar, reír o llorar mientras uno está dormido. Puede ocurrir en cualquier fase del sueño, aunque es más habitual en el sueño ligero.

Movimientos de Automecimiento (Jactatio Capitis Nocturno)

Este trastorno consiste en el balanceo o movimiento rítmico de la cabeza sobre la almohada e incluso, a veces, de todo el cuerpo. Se producen en los primeros momentos de la noche, ya que forma parte del ritual para poder dormirse, o bien en aquellas fases muy cercanas al despertar.
Es frecuente en los lactantes, sobre todo, a partir de los 8 meses y hasta los 24 meses aproximadamente.
Las causas se desconocen cuando no existe ninguna enfermedad orgánica.

Bruxismo Infantil

Es un trastorno del sueño que se centra en el acto de apretar y rechinar los dientes, contrayendo fuertemente los músculos de masticación y provocando un rechinamiento audible. Suele aparecer varias veces en la noche durante las fases del sueño ligero o en la transición de las distintas fases.
Las causas no están muy claras; algunos autores lo relacionan con la ansiedad y el estrés, y otros lo consideran un problema dental.
Las actuaciones para eliminar esta parasomnia pueden variar: desde aplicar al niño una funda dental hasta utilizar técnicas sencillas para relajar los músculos que producen el rechinamiento de dientes.

Actividad y Descanso en la Escuela Infantil

Las condiciones necesarias para favorecer la hora del descanso son:
  • Los periodos cortos de descanso a lo largo de la jornada son a veces más recuperativos que otros largos.
  • Los niños necesitan cambiar periódicamente de actividad y disfrutar de tiempos de descanso tras momentos de trabajo. En caso contrario, disminuye la capacidad de atención y aparece la fatiga.
  • En el aula debe haber diferentes espacios, unos que faciliten la tranquilidad y otros en los que se puedan realizar actividades más dinámicas. Estos espacios deben estar separados.
  • Crear un ambiente confortable y tranquilo que ayude a relajarse.
  • Relación educador - niño: Debe existir una buena comunicación entre ambos, conocer las necesidades y el ritmo individual del pequeño. Debe ser una relación positiva, que le proporcione seguridad y afecto.

Actividades Relacionadas con el Sueño

En la escuela infantil, la hora del descanso debe programarse y evaluarse para optimizarla. Para ello, se han de programar las actividades a desarrollar en tres momentos clave:

Antes de Dormir

Actividades cotidianas que se realizan después de las comidas: hacer pipí, si es un bebé es recomendable cambiarle el pañal, coger los objetos que necesita para dormir, descalzarle, tumbarle en la cuna, contarle un cuento, etcétera.

Durante el Tiempo de Descanso

Recoger las observaciones realizadas en las diferentes actividades desarrolladas.

Después de Dormir

Subir lentamente las persianas, despertar poco a poco a los niños, hacer que cada uno vuelva al estado de vigilia siguiendo su propio ritmo, recoger los objetos de dormir, ponerse los zapatos y volver al lavabo para hacer pipí. Si es un bebé, se le cambiará el pañal.

Planificación del Espacio y los Recursos para el Descanso

El Espacio de Descanso

El espacio debe ser fácilmente identificable por los niños y niñas. Si conocen el espacio y este es agradable y adecuado, abandonarán o limitarán la actividad, se sentirán cómodos y seguros, y se dejarán llevar por el sueño.
En el caso de los lactantes, se debe disponer de un dormitorio con cunas, separado del aula, pero no muy alejado.
El espacio debe estar condicionado para que los ruidos externos no molesten, pero al mismo tiempo, para que los ruidos de los niños que duermen puedan oírse.
En las aulas de los niños y niñas mayores se debe habilitar un espacio tranquilo y protegido con colchones o tumbonas individuales.

Condiciones Ambientales Idóneas para el Descanso

Los momentos y los espacios que definimos estarán influidos por estímulos externos.
Estos estímulos son:
  • Luz - Oscuridad

    En los momentos diurnos no hay una oscuridad total, pero sí un poco de penumbra; para ello, será necesario que se reduzca la luz bajando las persianas. Por la noche, sí debe haber oscuridad, para reconocer la diferencia entre el día y la noche.
  • Ruido - Silencio

    Durante el día hay ruidos, tanto dentro de casa como fuera, de manera natural. Durante la noche, no se sienten tantos ruidos porque disminuye la actividad. Durante la siesta, el ruido cotidiano de fondo no es problema, pero si hay ruidos fuertes que pueden alterar el sueño, habrá que evitarlos.
  • Ventilación

    Los lugares donde duermen los niños se deben poder ventilar, y eso debe hacerse periódicamente, sea cual sea la época del año.
  • La Temperatura

    Si hace demasiado frío o demasiado calor, los niños no podrán dormir o dormirán mal. Será necesario tener equipos para refrescar o calentar la habitación cuando sea necesario.
  • La Higiene

    Los espacios, las camas, las sábanas y los objetos de transición deben cumplir con todos los requisitos higiénicos.

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