Cultura de Hallstatt
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La Cultura de Hallstatt es una cultura arqueológica perteneciente al Bronce final y la I Edad del Hierro. Esta se cultura asimiló gracias el yacimiento de Hallstatt con los campos de urnas, creando una periodización. Así, Hallstatt formó parte de los campos de urnas y, a su vez, fue heredera de estos, manteniendo una clara continuidad, sin rupturas.[ Sin embargo, también recibió influencias diferenciadoras gracias a sus contactos con el norte de Italia (Golasecca), con colonos mediterráneos a través del Adriático y también de los pueblos de las estepas de Europa Oriental. Fue una cultura de transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro, extendiéndose principalmente por Europa Central, Francia y los Balcanes. Se suelen distinguir dos grandes etapas (de un total de cuatro):
Hallstatt A y B (1200-750 a. C.), correspondiente al Bronce Final de los campos de urnas, Hallstatt C y D (750-450 a. C.), consolidada como la Primera Edad del Hierro, aunque la C sigue perteneciendo a los campos de urnas. Esta última fase (Fase D), enlaza con el periodo de La Tène (480-50 a. C.) o Segunda Edad del Hierro.
El nombre de esta cultura es debido a la Necrópolis de Hallstatt, situada en la localidad de Hallstatt, en Austria, cerca de Salzburgo, donde se han encontrado cerca de 2000 tumbas y más de 6000 objetos. El primero en darle esta nomenclatura fue Hans Hildebrand, y sus siguientes divisiones fueron establecidas primero por Otto Tischler y posteriormente, la que se utiliza en la actualidad, por Reinecke. El uso del hierro al principio es minoritario, sin embargo, a partir del VII a. C. se generaliza su uso poco a poco, al igual que su comercialización.
Muchos de sus asentamientos estaban fortificados y dominados por una clase social de guerreros que formaban una especie de aristocracia. Gracias al uso del hierro en vez del bronce obtenían un armamento superior. Hay cerámicas excisas, pintadas y grafitadas, a veces con incrustaciones, mientras que, en las espadas, hay pomos incrustados en hueso, marfil o ámbar. Esta cultura mantiene contactos con el Mediterráneo y con las estepas del este europeo. Persiste el comercio del ámbar y del estaño en los intercambios con el mundo mediterráneo.
Con respecto al rito funerario, en los períodos iniciales se impuso la incineración y deposición en una urna, pero a partir de Hallstatt C se produjo un aumento de las inhumaciones, que ya en Hallstatt D fueron predominantes. Hay claras diferencias en las tumbas, por su ajuar, y por su estructuras. Los ricos preferían ser depositados en cámaras de madera, bajo túmulo. En España, una de las muestras del paso de esta cultura se encuentra en Carrascosa del Campo, en la Necrópolis Celtibérica de Las Madrigueras, importante ya que fueron los primeros vestigios encontrados de esta cultura en la Península Ibérica. Se encontraron diversos tipos de urnas funerarias, lo que demuestra que población de esta cultura habitó en el centro peninsular.
La cultura de La Tène
La cultura de La Tène es una cultura perteneciente a la Edad del Hierro, también conocida como Edad del Hierro II.
Es una cultura mayoritariamente Celta, cuyo núcleo está en Los Alpes, aunque en su apogeo terminará por extenderse por el centro de Europa, Francia, norte de España, Islas Británicas y parte del este de Europa.
Esta civilización posee dos tipos de asentamientos:
Fortificados, con un baluarte de piedras, rodeados por un foso. En su interior hay casas de madera, de planta rectangular.
Hábitat rural: son pequeñas aglomeraciones de viviendas de madera, tanto de planta rectangular como cuadrangular. Son comunes los asentamientos en valles.
En el período final de esta cultura, el hábitat característico será el oppidum, que son auténticas fortalezas, según Julio César. Estos oppida se situaban cerca de yacimientos de materias primas o en vías comerciales, y eran un auténtico centro económico.
Con respecto a las necrópolis, son bastante comunes los enterramientos con carros de dos ruedas, y también los vasos cerámicos de procedencias griega y etrusca. En los ajuares masculinos predominan las armas, mientras que en ajuares femeninos lo normal son adornos y aderezos para el vestido. El rito funerario durante los siglos IV y III a. C. es de inhumación sin túmulo mayoritariamente, mientras que en el siglo II a. C. aumenta el rito de incineración.
En 1885 Tischler divide el periodo de Hallstatt en 2 y La Téne en 3 en base a la evolución de espadas, puñales y fíbulas. En 1902 Reinecke lleva a cabo una periodización, hoy considerada clásica: sitúa a los grupos transicionales (grupos humanos que introducen la cremación) en la Edad del Bronce, estableciendo 4 periodos del Hallstatt (A, B, C, D). Los dos primeros corresponden al Bronce Final y el resto a la I Edad del Hierro. Se aprecia esa continuidad en el desarrollo de Hallstatt en esta nueva periodización.
El siguiente paso sería La Tène, con Hildebrand como protagonista, dividiendo La Tène en 3 periodos; hoy en día son 4. La utilización del yacimiento epónimo para extrapolarlo a toda una cultura ocasiona dificultades. Estas 4 fases, en La Téne, en el yacimiento epónimo no existe la fase A, sino en otros. Finalmente nos encontramos con Wells que divide La Tène en 4 periodos que van: La Tène A: 475-400 a. C., La Tène B: 400-275 a. C., La Tène C: 275-130 a. C., La Tène D: 130-18 a. C.