La Cúpula de San Pedro: Obra Maestra Arquitectónica de Miguel Ángel en el Vaticano
Clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 3,01 KB
La Cúpula de San Pedro del Vaticano, construida entre 1547 y 1564 en Roma, Italia, es una de las obras cumbre de la arquitectura renacentista, asociada principalmente a Miguel Ángel (1475-1564).
Contexto Histórico y Orígenes del Proyecto
Durante el pontificado de Julio II (1503-1513) y el de sus sucesores, se diseñaron grandes proyectos para la ciudad de Roma. En ellos trabajaron los mejores artistas del momento, como Bramante, Rafael y Miguel Ángel. Roma reafirmaba así su prestigio y su condición de centro espiritual de Occidente.
Julio II quiso que se levantara sobre el sepulcro de San Pedro un gran templo que debía representar el poder de la Iglesia Católica. Convocó un concurso para poner en marcha el nuevo proyecto.
El Diseño y la Construcción
El Papa se inclinó por las ideas de Bramante, quien diseñó una planta de cruz griega cuyos brazos terminaban en cuatro ábsides. Sin embargo, su primitivo proyecto sería modificado por los sucesivos arquitectos que asumieron la dirección de las obras, aunque sus ideas tuvieron gran influencia sobre ellos.
A la muerte de Bramante, en 1514, Rafael asumió la dirección de las obras, y finalmente se hizo cargo de ella Miguel Ángel.
Miguel Ángel volvió a la primitiva idea de Bramante de un edificio de planta central, al que se propuso dotar de una coronación gigantesca. Sin embargo, simplificó el esquema de Bramante diseñando un templo de planta central de cruz griega con un solo acceso (no los cuatro de Bramante) y elevó la cúpula a una altura de 131 m.
Descripción Arquitectónica de la Cúpula
La cúpula, de 42 m de diámetro, está sostenida por cuatro robustos pilares y se levanta sobre un tambor circular. Este tambor presenta columnas pareadas y ventanas rematadas con frontones rectos y curvilíneos, alternándose; encima, presentan cartelas decoradas con guirnaldas. Todos ellos son elementos del más puro clasicismo.
Al igual que la cúpula de Santa Maria del Fiore en Florencia, el exterior es apuntado y el interior hemiesférico. Exteriormente, los nervios dinamizan visualmente la cúpula. Este tratamiento revela la mano de un gran escultor, que en realidad modela los volúmenes arquitectónicos.
Finalización y Legado
Cuando Miguel Ángel murió, la cúpula estaba solamente en el arranque, pero su discípulo Giacomo della Porta culminó el proyecto de acuerdo con las directrices del maestro.
Símbolo de la Cristiandad y de la primacía de Roma en la Iglesia Católica, la influencia de esta cúpula sería decisiva en el arte posterior, convirtiéndose en un prototipo muy imitado en el Barroco.