David Hume: Empirismo, Crítica a la Metafísica y Causalidad
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David Hume: Empirismo y Crítica a la Metafísica
El Empirismo de Hume
El filósofo inglés David Hume se inscribe en la corriente filosófica del empirismo, en una vertiente subjetiva o idealista. Considerado un escéptico moderado, sostiene que solo conocemos impresiones o ideas. Realiza una profunda crítica al racionalismo de la época y a los filósofos que desarrollan la metafísica, quienes consideran que es posible conocer el ser de las cosas. Su obra tendrá gran influencia en Kant. Su postura religiosa será el agnosticismo, lo que llevó a que sus obras figuraran en los libros prohibidos por la Iglesia Católica.
Crítica a la Metafísica y al Racionalismo
Como escéptico moderado, Hume niega la metafísica y critica a los filósofos dogmáticos, especialmente a los racionalistas. Analicemos sus objeciones derivadas de su teoría del conocimiento.
El Método Deductivo e Inductivo
En primer lugar, critica el método utilizado por los racionalistas. Hume niega la validez del método deductivo empleado por Descartes, ya que este recurre a ideas innatas, las cuales Hume rechaza. Por otro lado, también rechaza el método inductivo, aunque le reconoce cierto fundamento psicológico basado en el hábito, la costumbre y la creencia.
El Problema de la Causalidad y la Necesidad
En segundo lugar, aborda el problema de la causalidad. Hume niega el principio de causalidad, argumentando que este solo sería válido si fuese una relación entre ideas (cosa que no es) o un conocimiento de hechos (cosa que tampoco es).
En su confrontación con Locke, Hume pretende demostrar que algo puede ser causado por nada, concluyendo que la ley de causalidad es inexistente. También niega la necesidad de una relación entre causa y efecto, ya que no tenemos conocimiento a priori de esta, el cual solo se da en las relaciones matemáticas. Para demostrar la causalidad, debemos basarnos en la experiencia, pero de un caso particular no podemos inferir una ley general. Por lo tanto, existe una relación de contigüidad espacio-temporal, pero no una relación de causa-efecto.
La Costumbre y la Creencia
La relación que establecemos entre causa y efecto se basa en la costumbre, que lleva consigo la creencia. La creencia es un sentimiento, una impresión de reflexión, lo que demuestra una vez más que el conocimiento se basa en impresiones. Hume niega rotundamente la causalidad como algo real que se da en el mundo.
Crítica a la Sustancia
Hume también critica la existencia de las sustancias. Para él, la idea de sustancia es fruto de la dinámica combinatoria de la mente y no de las impresiones. En consecuencia, no corresponde a nada real. Además, critica la sustancia infinita (Dios) cartesiana. De Dios no hay percepción, y quienes defienden su existencia lo hacen basándose en principios causales (cuyo valor demostrativo ya ha sido cuestionado) o en ideas innatas (pero no puede haber ideas sin impresión correspondiente). En definitiva, no hay base para sostener su existencia, ni tampoco para negarla, de ahí su posición agnóstica.
Se da una relación de asociación entre impresiones de sensación actuales y las ideas de reflexión sobre la existencia de cuerpos exteriores a la mente. Hume ha criticado de esta manera el concepto de sustancia extensa: no existen los cuerpos como origen de nuestras impresiones. La existencia de los cuerpos es meramente una creencia.
Hume también critica la idea de sustancia pensante cartesiana. Reconoce la validez de la duda, pero esta nos demuestra que hay pensamientos, no una sustancia en la que se dan. Hay impresiones en nosotros, pero no impresión alguna de conciencia. Hay algo que unifica las impresiones, pero es una suposición indemostrable.
Fenomenismo y Escepticismo
Finalmente, Hume rechaza la metafísica mediante el fenomenismo y el escepticismo. Su teoría del conocimiento conduce a la negación de la metafísica: no puedo conocer el porqué de mis impresiones de sensación y, por lo tanto, ni mis ideas ni impresiones de reflexión. De la realidad externa no puedo tener conocimiento estricto.
Solamente tengo conocimiento externo de puros fenómenos; no puedo ir más allá de lo que son las impresiones e ideas. La relación de fundamentar el conocimiento da lugar a una posición filosófica denominada escepticismo.