David Hume: Empirismo, Percepciones y la Crítica a la Causalidad

Clasificado en Filosofía y ética

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Introducción al Empirismo de David Hume

David Hume es ampliamente reconocido como el máximo exponente del empirismo británico, un movimiento filosófico que postula que todo el conocimiento se origina y se fundamenta en la experiencia sensorial.

Obras Principales

Entre sus obras más influyentes, destacan:

  • Investigación sobre el entendimiento humano: donde desarrolla su profunda teoría del conocimiento.
  • Investigación sobre los principios de la moral: una exploración fundamental de la ética.

La Teoría del Conocimiento de Hume: Las Percepciones

Para Hume, los materiales básicos de todo conocimiento son las percepciones. Estas se pueden clasificar de dos maneras fundamentales:

Clasificación de las Percepciones según su Fuerza o Vivacidad

  • Impresiones: Son las percepciones más fuertes y vivas, que experimentamos de forma directa e inmediata. Se subdividen en:
    • Impresiones de sensación: Aquellas que provienen directamente de nuestros sentidos (ver, oír, sentir, etc.).
    • Impresiones de reflexión: Aquellas que se asocian a una idea, como las emociones o pasiones (alegría, tristeza, miedo).
  • Ideas: Son copias o imágenes más débiles y menos vivas de las impresiones. Son el resultado de recordar o imaginar impresiones pasadas.

Clasificación de las Percepciones según su Composición

Tanto las impresiones como las ideas pueden ser:

  • Simples: Aquellas que no admiten división o descomposición en partes más pequeñas (ej. el color rojo, el sabor dulce).
  • Complejas: Aquellas que pueden dividirse o descomponerse en percepciones simples (ej. la idea de una manzana, que se compone de color, forma, sabor, etc.).

El Principio de la Copia

Un pilar fundamental de la epistemología humeana es el Principio de la Copia, que establece que todas nuestras ideas simples provienen de impresiones simples previas. Esto implica una negación rotunda de la existencia de ideas innatas, defendiendo que la mente humana es una "tabla rasa" al nacer.

Aunque la imaginación tiene la capacidad de combinar ideas de formas diversas y aparentemente ilimitadas, Hume sostiene que esta facultad opera siguiendo ciertas leyes de asociación de ideas, que son principios psicológicos que rigen cómo nuestra mente conecta las ideas. Estas leyes son:

  • Semejanza: Tendemos a asociar ideas que se parecen entre sí (ej. una fotografía nos lleva a pensar en la persona que representa).
  • Contigüidad: Las ideas se asocian si los objetos o eventos que representan están próximos en el espacio o en el tiempo (ej. la mención de una habitación nos lleva a pensar en las otras habitaciones de la casa).
  • Causa/Efecto: Asociamos ideas cuando percibimos una relación constante entre ellas, donde una parece ser la causa de la otra (ej. el humo nos lleva a pensar en el fuego).

El Criterio Empirista de Verdad

Hume establece su criterio de verdad basándose en el principio de la copia: una idea solo será considerada verdadera si puede ser rastreada hasta una impresión de la cual deriva. Si una idea no tiene una impresión correspondiente, carece de significado empírico y, por tanto, de validez.

Clases de Conocimiento según Hume

Siguiendo una distinción que se remonta a Leibniz, Hume clasifica todos los objetos de la razón y la investigación humana en dos grandes grupos:

  • Relaciones de Ideas:
    • Son proposiciones propias de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica.
    • Su verdad es independiente de la experiencia y se descubre mediante la pura operación del pensamiento.
    • Son demostrativamente ciertas y su negación implica una contradicción lógica (ej. "el cuadrado tiene cuatro lados").
  • Cuestiones de Hecho:
    • Hacen referencia a la existencia de cosas en la realidad y a sus propiedades.
    • Su verdad se basa en la experiencia y no puede ser conocida a priori.
    • No son demostrativamente ciertas; su negación es siempre posible y no implica contradicción lógica.
    • Un ejemplo clásico de Hume es la afirmación: "el sol saldrá mañana". Aunque esperamos que ocurra, no hay una necesidad lógica que lo garantice; es una creencia basada en la experiencia pasada.

La Crítica de Hume al Principio de Causalidad

Uno de los puntos más revolucionarios de la filosofía de Hume es su crítica al principio de causalidad. Tradicionalmente, se ha asumido que entre lo que llamamos causa y efecto existe una conexión necesaria, es decir, que la causa produce inevitablemente el efecto.

Hume argumenta que la idea de una "conexión necesaria" es una idea falsa porque no corresponde a ninguna impresión. Lo que realmente observamos en la experiencia es solo una sucesión constante de eventos.

Consideremos el famoso ejemplo de las bolas de billar:

  1. Observamos el movimiento de la primera bola (que tradicionalmente llamaríamos "causa").
  2. Luego, observamos el movimiento de la segunda bola (que llamaríamos "efecto").

Ambos movimientos, el de la primera y el de la segunda bola, corresponden a impresiones sensoriales claras. Sin embargo, el problema radica en que no tenemos ninguna impresión de la supuesta "conexión necesaria" entre ambos movimientos. Lo único que percibimos es la contigüidad (están cerca en espacio y tiempo) y la sucesión constante (uno siempre sigue al otro).

La idea de que la primera bola causa el movimiento de la segunda no es una inferencia lógica ni una percepción directa, sino una creencia que surge del hábito o la costumbre de haber observado repetidamente esta sucesión en el pasado. Por lo tanto, la causalidad no es una verdad racional o empírica, sino una expectativa psicológica.

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