David vs Goliat: Monoteísmo y Alianza en la Fe Hebrea

Clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 7,12 KB

David y Goliat

El gigante Goliat

Los filisteos eran un pueblo que quería apoderarse de la región de Sefela y así dividir el pueblo de Saúl en dos. Dispusieron sus tropas en los cerros del sur del valle. En los cerros del norte se dispusieron las tropas de los israelitas. Ambos ejércitos podían verse. Los filisteos enviaron a Goliat para que pelease. Goliat era un hombre que medía “seis codos y un palmo”, que equivale a un poco más de 2,70 metros. Además, tenía una armadura y un casco de bronce, y llevaba consigo una lanza, una espada y una jabalina. Goliat parecía una especie de ser invencible. Fue hasta el ejército de Israel y les dijo que eligieran a uno de sus hombres para pelear cuerpo a cuerpo: “Elegid de entre vosotros un hombre que baje a pelear conmigo”. Además, les adelantó que quien ganara tendría como prisionero al pueblo vencido. Goliat estaba convencido de que iba a ganar.

David, el frente de batalla

David era el menor de 8 hermanos e hijo de Isaí, uno de los hombres más ancianos. Los 3 hermanos mayores de David estaban en el ejército de Saúl mientras David cuidaba las ovejas de su padre. Isaí le pidió a David que les llevara a sus hermanos algunas provisiones: “Visita a tus hermanos para ver cómo están y pregúntales si quieren algo”. David no era un guerrero, llegó al campamento de casualidad, cuando estaban a punto de pelear: “Israelitas y filisteos se ordenaban en batalla”. Justo en ese momento fue cuando Goliat apareció para retar al ejército israelita. Entre los hombres de Saúl se decía que quien pudiera matar a Goliat, “el rey lo colmará de riquezas, le dará su hija por mujer y eximirá de tributos la casa de su padre”. La mujer era vista como un objeto, una recompensa.

David delante de Saúl

David se enojó frente al reto de Goliat y lo descalificó llamándolo incircunciso, es decir, ajeno a la alianza del pueblo hebreo con Yahvé. El hermano mayor de David lo oyó mientras hablaba con los hombres del ejército y se enojó. David no podía estar ahí porque era un niño. A David pareció no importarle y continuó con la misma postura. Saúl se enteró y lo mandó a llamar. David le expresó tranquilidad: “Que no desfallezca el corazón de mi señor por ese filisteo”, y le dijo que iría a luchar contra Goliat. Saúl le dijo que eso era imposible porque David era un niño y Goliat un hombre de guerra con experiencia. David argumentó al rey que podía vencer a Goliat, ya que había defendido al rebaño de osos y leones, no solo por sus destrezas, sino por su fe. Yahvé, quien lo ayudó contra osos y leones, también lo ayudaría con Goliat. Entonces Saúl le dijo: “Ve y que Yahvé sea contigo”.

David mata a Goliat

Una vez que Saúl aceptó que David peleara contra Goliat, lo vistió para la guerra. Pero David, que no estaba acostumbrado a tal vestimenta, se deshizo de ella: “No puedo andar con estas armas, no estoy acostumbrado”. Entonces agarró su cayado y en su zurrón puso 5 piedras lisas, además de llevar su honda. Goliat se acercó a David con su escudero y sintió desprecio por él: “Por muy joven, de blanco y bello rostro”. Goliat no entendía por qué David no estaba armado, pues él pretendía que fuera una lucha cuerpo a cuerpo: “¿Crees que soy un perro para venir contra mí con un cayado?”. Y lo retó a pelear. David le dijo que iba en nombre de Yahvé y que por su fe lo vencería. Cuando se iban acercando, David le lanzó una piedra con su honda que llegó directo a la frente de Goliat. Este, herido de muerte, cayó al suelo. David le quitó la espada (pues no tenía la suya) y le cortó la cabeza. Al ver esto, los filisteos se dieron a la fuga y el ejército de Israel los persiguió hasta la entrada de Gat y Ecrón, combatiéndolos.

David ante el rey

Luego de la batalla, David llevó a Jerusalén la cabeza y las armas de Goliat. David fue llevado ante Saúl por Abner (jefe del ejército). Saúl quiso saber de quién era hijo David, y él le respondió: “Soy hijo de tu siervo, Isaí de Belén”.

Religión Hebrea

Monoteísmo

El monoteísmo significa creer en un solo dios. Pero para llegar al monoteísmo, tuvieron que pasar por una evolución. Algunos estudiosos afirman que el pueblo hebreo era monolátrico (de todos los dioses se adora solo a uno), pero no monoteísta. La evolución constó de distintas etapas: primero fue idólatra, luego politeísta, después ególatra (religión nacional) y, por último, el monoteísmo.

Alianza

Una alianza es un pacto que implica responsabilidades y obligaciones. “Israel es el pueblo de Yahvé” y “Yahvé, Dios de Israel” son frases correspondientes, ya que descansan en la idea de pacto o alianza entre la divinidad y el pueblo elegido por ella. Hay 3 ideas fundamentales que este pacto encierra:

  • La primera dice que Yahvé debe ayudar y proteger constantemente, simbolizado en la bendición, entre otras, y el dominio sobre las demás naciones.
  • La parte de Abraham dice que hay que ser fiel y obedecer a Yahvé. Este pacto fue hecho en Egipto por segunda vez y se explicita y ratifica en el monte Sinaí.
  • El tercer pacto, llamado también “Nueva Alianza”, extiende los privilegios de Israel a los hombres de todos los pueblos. Esta nueva formulación se realiza en la persona de Jesús.

Mesianismo

Mesianismo viene de la palabra mesías, que significa enviado. Este concepto consta de 2 creencias:

  1. La primera era la del futuro advenimiento de un mesías, atribuida a la descendencia de Abraham, en su doble alcance de un salvador personal y de un privilegio colectivo.
  2. La segunda dice que el mesías y su llegada no fueron una elección de Israel, sino su finalidad y su razón de ser. Su misión redentora (perdonar, librar del dolor) llegará a todas las naciones.

Moral

Es una religión patriarcal. Yahvé es el autor del hombre y tiene derechos sobre él. Por eso es legislador y su ley es santa y ordenada a la salud y la felicidad del individuo y la sociedad. También Dios era el único conocedor de “la ciencia del bien y del mal”, es decir, prohíbe lo que daña la perfección del hombre y la felicidad del pueblo. La ley es proclamada en el monte Sinaí y consta de varios mandamientos. Dicha ley no es una formulación de preceptos religiosos y morales, aunque no siempre se respetaban. Los primeros conciernen a la conducta frente a la divinidad y los otros deben regir las relaciones del hombre consigo mismo y en la colectividad. Después de que se proclama el derecho de Yahvé a legislar, se prohíbe el politeísmo, la idolatría y la falsa invocación del nombre de Dios. Se impone honrar a los padres, no matar, no fornicar, no robar, no mentir y calumniar, y no codiciar los bienes ajenos. De esto se ha deducido el decálogo de los 10 mandamientos. El código mosaico refleja el grado de civilización y cultura de los pueblos. Frente a mandamientos que nos parecen de despiadada barbarie, había que recordar lo que significaban.

Entradas relacionadas: